Aparte de saber sobre qué quieres informar en tu blog de viajes, la cuestión principal es cómo quieres contarlo. Un principio importante: los textos muy largos sin estructuras claras no tienen éxito por la mayoría de los visitantes. Así que, por un lado, practica la brevedad y divide tus publicaciones en párrafos y capítulos. Además, las fotos y los vídeos son indispensables para un blog de viajes.
Lo mejor es pensar en un estilo para los textos y las imágenes -es decir, rasgos lingüísticos, colores, filtros- antes de la primera entrada para que tu blog de viajes sea único tanto en contenido como en apariencia. Los “trucos” útiles, como la integración de Google Maps u otra forma de mapa, a través del cual los lectores puedan seguir tu viaje, son también una opción que tener en cuenta.
Como ya se ha mencionado, también debes pensar en la navegación y la estructura de tu blog de viajes. Tradicionalmente, los blogs se presentan de forma cronológica. Para que los lectores puedan buscar destinos y experiencias específicas, las categorías dentro de un menú, las etiquetas, las nubes de etiquetas y un cuadro de búsqueda son muy útiles.