Llegados a este punto ya se ha logrado superar un gran trecho, pero aún queda mucho por hacer. Ahora se trata de redactar el contenido principal del correo y aquí se han de considerar las mismas reglas que para la elaboración del asunto, si bien con algunas diferencias. La longitud del correo no está supeditada a ninguna cifra concreta, pero sigue siendo válida la necesidad de concentrarse en el mensaje principal: el tema central del correo debe explicarse brevemente, utilizando párrafos para estructurar los segmentos más largos. Conviene evitar formulaciones complejas, términos técnicos poco frecuentes o extranjerismos (a no ser que lo contrario sea lo más adecuado en función del público objetivo). En definitiva, se ha de escribir tal como habla la audiencia y estructurar el texto de forma clara.
Cuanto más se ajuste el mailingal lector que debe recibirlo, más relevante será para él. Si bien el proceso de personalización ya comenzó con la segmentación inicial del público objetivo, de tal modo que solo reciben el correo aquellos consumidores a los que de entrada puede interesarles, en este paso se trata de personalizar el contenido.
Lo que sí puedes hacer: en Email Marketing se utiliza siempre un tratamiento personal, porque las personas a las que se trata de tú a tú reaccionan mejor al mensaje del emailing. Según el grupo de edad o la clase social que comprenda a la audiencia es posible dirigirse al receptor por su nombre y su apellido o solo por su nombre de pila. Esta última suele ser la opción de las empresas con un público objetivo joven. Por lo demás, no olvides dirigirte personalmente al cliente en otros lugares del correo y despedirlo con un saludo personal.
Hoy en día los responsables de las campañas de emailing cuentan con muchas herramientas profesionales especializadas en personalización que generalmente ya dejan automáticamente un espacio en blanco en el que se muestra el nombre del receptor. Se puede fijar, por ejemplo, que todas las receptoras de más de 50 años de edad sean tratadas formalmente con un “Estimada Sra.”. Una herramienta gratuita ya es capaz de este tipo de individualización, pero las de pago incluyen un rango más amplio de opciones.