Una vez que hayas decidido qué productos vas a escenificar, construye la escena. Puedes imaginarlo como un pequeño guion. ¿Qué pertenece a dónde? ¿Qué objetos forman parte de la imagen? Responder a estas preguntas te ayudará a crear un determinado ambiente mientras das vida a los productos. Ten en cuenta también las siguientes cuestiones: ¿qué elementos distraen la atención del componente central? ¿Cómo puedes hacer que tus clientes se sientan cómodos? Tu gusto personal y la capacidad de ponerte en sus zapatos son la mejor guía.
Los productos que fotografíes deben ser frescos para que muestren incluso una mejor apariencia cuando estén cocinados. No cocines los alimentos en exceso. Las verduras y frutas frescas, cortadas o enteras, son un elemento de decoración excelente. Aunque ten cuidado, pues muchos tipos de frutas recién cortadas empiezan a oxidarse rápidamente. En resumen, la fruta debe estar en perfectas condiciones: el color debe ser el apropiado y no debe presentar magulladuras. Las hierbas, las flores y los centros florales no deben mostrar hojas marchitas. Si recurres a los pétalos como motivo de decoración, hazlo con una intención concreta, por ejemplo, para decorar la mesa de un evento festivo.
Los vasos, la vajilla y los cubiertos deben estar limpios y, a ser posible, pulidos. Usa guantes para no dejar las huellas dactilares marcadas en los vasos y cubiertos. Además, ten en cuenta que las botellas y los vasos de cristal pueden reflejar la luz de la cámara, sobre todo si te acercas para hacer un primer plano.
No sobrecargues los platos con comida, pero tampoco muestres una cantidad ridícula. Lo importante es que aparezcan todos los componentes del plato o de la carta. Por ello, haz fotos individuales de todos los componentes de tu carta y para evita recargar las imágenes, captura los distintos componentes de diferentes formas. Busca lo más atractivo del plato, por ejemplo, mostrando la parte cortada de una lasaña o el perfil de un trozo de pastel.
La perspectiva de la imagen también desempeña un papel importante. Varios estudios han demostrado que la vista que se obtiene de los objetos cuando se está sentado en la mesa es la más atractiva. Recurre asimismo a elementos decorativos que completen la mesa. También se recomienda la vista desde arriba de los platos o de la mesa para las fotos, efecto utilizado muy a menudo en Instagram.
En la sesión fotográfica puedes jugar con la perspectiva, haciendo pequeños cambios en la altura o probando con ángulos completamente diferentes. Procede del mismo modo con la iluminación. Las fotos con luz y algunas sombras resultan naturales y parecen enmarcadas en la vida real. Disparar a contraluz crea dramatismo, aunque también puede conseguir que no se perciba correctamente el objeto principal. También vale la pena jugar con el color o probar con el blanco y negro.
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