Además de crear tu porfolio en el que puedes dar rienda suelta a tu creatividad, uno de los aspectos más atractivos es que tú, como propietario de la página web, eres tu propio jefe y, en consecuencia, tienes el control sobre las imágenes que quieres subir y el precio que le quieres poner a cada una de ellas. Esto, a su vez, significa que puedes facturar significativamente más que si tuvieras que dar una parte de las ganancias a, por ejemplo, una agencia de fotografía.
Asimismo, la venta directa de fotos no es la única fuente de ingresos que puedes tener con tu propia página web. Con tu porfolio te anuncias como fotógrafo de encargo y, al mismo tiempo, tienes una plataforma en la que puedes ofrecer información sobre tus condiciones y números de contacto.
Otra fuente de ingresos común es el marketing de afiliación. En este caso, añades enlaces en tu página web y rediriges a los usuarios, de esta manera, a una tienda online con el que has establecido previamente un acuerdo de colaboración. Luego, si el usuario que hayas redirigido a la tienda online realiza una compra, recibirás una comisión. Por ende, si tienes una página web de fotografía, es una buena idea incluir enlaces relacionados con el tema de la fotografía. Así que lo mejor es buscar un socio afiliado que ofrezca, por ejemplo, cámaras, objetivos y productos similares.