Con sus diferentes características, los niveles RAID presentados son adecuados para usos muy diferentes. El RAID 0, al ser el único nivel sin redundancia, debería descartarse por completo como solución de almacenamiento para datos sensibles. Este tipo de matriz debería considerarse principalmente como una alternativa SSD para usos no críticos, como el software de edición de vídeo e imágenes.
Los costosos niveles RAID 1 y 10, al igual que muchas matrices RAID, no son adecuados para almacenar grandes cantidades de datos. Sin embargo, su alto nivel de seguridad ante fallos permite almacenar datos sensibles. Ambos conceptos son particularmente ventajosos en usos que requieren una alta tasa de transferencia de datos. Sus típicos ámbitos de aplicación son los servidores de archivos y web (RAID 1) o los servidores de bases de datos y aplicaciones (RAID 10).
Los niveles RAID 5 y RAID 6, que funcionan con paridad, son interesantes sobre todo para almacenar archivos pequeños, ya que la velocidad de escritura es relativamente débil. Los servidores de bases de datos y de transacciones se encuentran entre los típicos casos de uso.