La gran ventaja que tiene una matriz RAID 0 frente a un único disco duro es la posibilidad de acceder a los datos en paralelo. La matriz no solo proporciona un mayor ancho de banda, sino que además incrementa automáticamente la cantidad de posibles operaciones de entrada y salida por segundo (IOPS por sus siglas en inglés: Input/Output Operations per Second). Dado que el almacenamiento SSD de una matriz RAID pierde rendimiento, esta ventaja desaparece o se reduce considerablemente en la nueva generación de memorias, por lo que el RAID 0 está más orientado al uso de discos duros HDD que otros tipos de RAID.
La gran desventaja en comparación con tener un único medio de almacenamiento es la mayor probabilidad de fallo. Todos los discos de la matriz pueden fallar por problemas de hardware o software, algo que garantiza simultáneamente el fallo de todo el sistema. Por lo tanto, el riesgo de un fallo total aumenta automáticamente con una mayor cantidad de soportes de datos vinculados.
Además, está el hecho de que tal escenario esté casi sin excepción asociado a una pérdida de la mayoría de los datos almacenados si aplicamos una estrategia de copia de seguridad independiente. Como mencionamos al principio, el RAID 0 no ofrece ninguna redundancia en comparación con otros RAID, por lo que al reconstruir las divisiones de datos más grandes, que se han distribuido entre todos los componentes del RAID, faltarán las partes del disco defectuoso después del fallo. Solo es posible reconstruir los archivos más pequeños que se encuentran en las memorias individuales aún intactas del RAID 0.