Principalmente, el software de un servidor HTTP es el encargado de proporcionar los datos para la visualización del contenido web. Para ello, el programa se comunica con un cliente web (por lo general, un navegador o un crawler de los motores de búsqueda).
Para abrir una página web, el usuario solo tiene que escribir el URL correspondiente en la barra de direcciones de su navegador web. El navegador envía una solicitud al servidor web, quien responde, por ejemplo, entregando una página HTML. Esta puede estar alojada como un documentoestático en el host o ser generada de forma dinámica, lo que significa que el servidor web tiene que ejecutar un código de programa (p. ej., Java o PHP) antes de tramitar su respuesta. El navegador interpreta la respuesta, lo que suele generar automáticamente más solicitudes al servidor a propósito de, por ejemplo, imágenes integradas o archivos CSS.
El protocolo utilizado para la transmisión es HTTP (o su variante cifrada HTTPS), que se basa, a su vez, en los protocolos de red IP y TCP (y muy rara vez en UDP). Un servidor web puede entregar los contenidos simultáneamente a varios ordenadores o navegadores web. La cantidad de solicitudes (requests) y la velocidad con la que pueden ser procesadas depende, entre otras cosas, del hardware y la carga (número de solicitudes) del host. Sin embargo, la complejidad del contenido también juega un papel importante: los contenidos web dinámicos necesitan más recursos que los contenidos estáticos.
La selección del equipo adecuado para el servidor y la decisión de si este debe ser dedicado, virtual o en la nube, se debe hacer pensando siempre en evitar sobrecargas en el servidor. Recuerda que, aunque hayas encontrado un servidor web que se adapta perfectamente a las necesidades de tu proyecto, siempre se corre el riesgo de que se presenten fallos en él como consecuencia de imprecisiones técnicas o cortes de energía en el centro de datos del host. Aunque no es muy frecuente, durante un período de inactividad de este tipo (downtime), la web no estará disponible a menos que se ejecute en un dispositivo con una conexión a una Content Delivery Network, algo no muy usual en el caso de webs pequeñas.