La creación y comercialización de una aplicación móvil también está ligada a directivas. Tan pronto como una app recoge, procesa y almacena datos personales de los usuarios, el fabricante está obligado, ya antes de la recopilación de los datos en sí, a informar de forma exhaustiva e inteligible (Declaración sobre protección de datos) sobre los datos que se van a almacenar y con qué finalidad.
Como afirma la Agencia Española de Protección de Datos, “el marco legal aplicable a cualquier app dirigida a los usuarios europeos es la Directiva de Protección de Datos 95/46, en combinación con la Directiva 2002/58/CE de Privacidad y Comunicaciones Electrónicas. En particular subraya la necesidad de obtener el consentimiento informado y previo del usuario. Este marco normativo es aplicable con independencia de dónde esté ubicado el desarrollador de la aplicación o la tienda que la comercialice, debido a que estos programas recurren a medios ubicados en la Unión Europea, como son los propios terminales de los usuarios”.
Las aplicaciones móviles también han de estar preparadas en cuanto a la protección de la privacidad de los datos. En primer lugar, tienen el deber de informar a los usuarios, ya en el momento de la descarga, de los datos que se van a recopilar y con qué finalidad, así como de las aplicaciones nativas del dispositivo a las cuales la nueva aplicación tendrá acceso, dando la opción de poder denegar la instalación. En segundo lugar, la finalidad del tratamiento de los datos ha de ser explicada de forma sencilla y comprensible, así como también se ha de evitar recopilar datos innecesarios para el funcionamiento de la aplicación o para un uso distinto del descrito. El fabricante, en tercer lugar, ha de informar a los abonados de la aplicación sobre su identidad, sobre el lugar donde se almacenarán los datos y cómo se hará y sobre las formas en que pueden ejercer sus derechos denominados ARCO (acceso, rectificación, cancelación y oposición).
Existen diversas fuentes fiables en Internet donde puedes informarte detalladamente. En la página de la consultoría experta en protección de datos Atico34, por ejemplo, encuentras una explicación detallada de las obligaciones legales de los desarrolladores de aplicaciones móviles. Si lo prefieres, puedes acceder a las normativas de la LOPD en su propia página web o en la de la base de datos EUR-Lex, donde se ofrece acceso gratuito a la Directiva de Protección de Datos 95/46 y a la Directiva 2002/58/CE de Privacidad y Comunicaciones Electrónicas.
Por último, aunque suene obvio, hay que tener en cuenta de no incumplir el derecho de marcas a la hora de dar un nombre a la aplicación, así como otros factores jurídicos en el caso de gestionar una tienda online. Un experto puede informarte en profundidad al respecto.