Si pones en práctica las cuatro soluciones anteriores, podrás hacer que tu proyecto web se convierta en un proyecto móvil. Decidirse por la opción más adecuada para cada uno de los casos depende del presupuesto y del tipo de página web que se quiera crear. Si tu presupuesto es limitado, una página web móvil es la opción más asequible y rápida. Debido a la clara separación respecto a la versión original de escritorio, se puede crear en cualquier momento. Sin embargo, en el caso de las páginas web responsivas, el proceso no es tan sencillo.
Los cambios que hay que realizar en el código hacen que la reestructuración de una página ya existente se convierta en una tarea compleja. Si lo que quieres es crear una página web desde cero, puede que lo más acertado sea recurrir al diseño responsivo. Especialmente si tienes que añadir contenidos de manera regular, te será un gran alivio saber que solo tendrás que añadirlos una vez. Si en tus planes está ofrecer contenidos funcionales, es más recomendable publicar la página web como app, para lo que deberás tomar una decisión sobre si la presentas como web app o como native app. Mientras que las aplicaciones web se desarrollan con rapidez y el usuario puede utilizarlas sin necesidad de instalarlas, los puntos fuertes de las aplicaciones nativas son su comercialización y su funcionalidad.
Si cuentas con los medios económicos necesarios, puedes recurrir a la combinación de más de uno de los modelos presentados. Los usuarios de Facebook, por ejemplo, pueden utilizar, además de la aplicación clásica de navegador para PC una versión móvil o diferentes aplicaciones nativas para iOS, etc. De esta manera, la red social puede llegar a muchos más usuarios que una única variante. Aun así, un vínculo para diferentes soluciones también origina muchos más costes en lo que respecta al desarrollo y mantenimiento, y estos deberán tenerse en cuenta a la hora de optar por tal solución.