Algunas páginas web contienen grandes cantidades de contenido. Si no hay una fuerte relación entre los grupos de contenidos, tiene sentido organizarlos de forma independiente. Por ejemplo, imagina una página de noticias en varios idiomas. Equipos independientes de editores mantendrán las ediciones de las diferentes lenguas o países. Las ediciones no serán iguales, ni en la cantidad de contenido ni en las estructuras utilizadas. En este caso, la siguiente configuración multidominio sería la mejor solución:
- Página de inicio, redirige automáticamente a los usuarios a la página de inicio de la edición correspondiente: www.ejemplo.com
- Edición en español: es.ejemplo.com
- Edición en inglés: en.ejemplo.com
- Para otras lenguas, analógico
Es posible que también te suene el uso de subdominios específicos para cada idioma de Wikipedia. Con los artículos de Wikipedia, sin embargo, encontramos una característica especial con respecto al SEO multidominio: un artículo en un idioma debe enlazar con el mismo artículo en todas las versiones de otros idiomas. Para ello, entra en juego el atributo hreflang del elemento enlace. Esto indica a los robots de los motores de búsqueda que el contenido bajo los diferentes dominios representa un mismo contenido en diferentes idiomas.
Un último ejemplo: cualquiera puede crear su propia página web de WordPress en WordPress.com. El alojamiento es gratuito, y puede funcionar como blog o página web. Cada nueva instancia de WordPress se crea bajo su propio subdominio, por ejemplo, “ejemplo.wordpress.com”. En este caso, los subdominios desde el punto de vista del SEO son la opción correcta, con los subdirectorios, las páginas alojadas se influirán mutuamente en los resultados de búsqueda.