La mayor ventaja de las copias de seguridad incrementales es que son pequeñas. Como solo se guardan las diferencias a partir de la última copia de seguridad, el proceso de copia de seguridad requiere relativamente poco tiempo, ancho de banda y espacio de almacenamiento. El requisito previo es que el periodo entre las copias de seguridad individuales sea corto. De lo contrario, se acumulan grandes cantidades de datos modificados que tienen que ser transferidos.
La ventaja inherente a las copias de seguridad incrementales queda bien ilustrada por el término “backup window”. Se trata del periodo de tiempo en el que se puede crear una copia de seguridad sin interrumpir las operaciones. Si la cantidad de datos es tan grande que el proceso de copia tardaría más de lo que permite la ventana de copia de seguridad, resulta imposible crear una copia de seguridad completa durante el funcionamiento. En ese caso es aconsejable crear pequeñas copias de seguridad incrementales en intervalos cortos.
El inconveniente inmediato de las copias de seguridad incrementales es que suele ser necesario un software especializado. La planificación de la estrategia de copias de seguridad también requiere más esfuerzo que la creación de copias de seguridad completas. Restaurar el estado original a partir de las copias de seguridad es similar. Como los datos se reparten entre varias copias de seguridad, el proceso es más complejo. También existe un mayor riesgo de pérdida de datos. Si una copia de seguridad incremental de una cadena se daña, la integridad de todas las copias de seguridad posteriores se ve afectada.