Actualmente hay pocos estudios que proporcionen una visión completa que permita juzgar cómo el alto número de videoconferencias afecta a los empleados física y psicológicamente. Muchas consideraciones se basan en informes individuales o en el sentir general.
Un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ludwigshafen, en Alemania, está publicando los primeros resultados. El estudio investigó cómo de extendida está la fatiga de Zoom entre los alemanes que trabajan a distancia y el resultado fue que un 60 % de los encuestados admitió estar familiarizado con el fenómeno y un 15 % afirmó padecerlo permanentemente.
El estudio también proporciona información sobre los síntomas específicos de este fenómeno. Según estos datos, la fatiga de Zoom es más que un cansancio normal. Los participantes presentaron los siguientes síntomas:
- Dificultades de concentración
- Aumento de la impaciencia y la irritabilidad
- Dolor de cabeza y espalda
- Dolor en las extremidades y en el estómago (algo de esperar según los directores del estudio)
Como resultado del cansancio, la productividad durante el teletrabajo puede verse afectada y la calidad del trabajo y los resultados pueden empeorar.
La importancia del estudio de la Universidad de Ludwigshafen es aún mínima, ya que en él solo participaron 422 personas. Pero desde un punto de vista psicológico, es fácil demostrar que las videoconferencias también pueden representar un factor de estrés.