Como es sabido, Skype es más que un programa de telefonía IP gratuita; además de la posibilidad de ver a los interlocutores por medio de la retransmisión de vídeo, la aplicación destaca por una función para realizar conferencias que admite hasta 50 cuentas de Skype participando al mismo tiempo.
Skype dispone asimismo de un servicio de mensajería instantánea para el intercambio de mensajes y archivos que permite editar los mensajes enviados o eliminarlos. La función de pantalla compartida (screen sharing) permite a otros usuarios de la aplicación acceder a los contenidos de la pantalla de aquellos con los que se están comunicando. Con este método de transmisión de pantalla, se pueden compartir imágenes, documentos o presentaciones con otros usuarios. Existen programas-cliente de Skype para muchos sistemas operativos (macOS, Windows, Linux) y plataformas móviles (iOS, Android, Windows Mobile), aunque también puede usarse como aplicación web o web app en el navegador (Skype para Web).
Todas las funciones mencionadas son gratuitas, aunque los interlocutores necesitan disponer de una cuenta de Skype para establecer el contacto. Para hablar con personas que todavía no disponen de una cuenta de Skype, dado que Skype está conectado tanto a la red fija como a la red móvil terrestre, las llamadas y los SMS se pagan, normalmente a un precio más económico, con un crédito adquirido por adelantado.
Con Microsoft Teams las empresas tienen a su disposición una variante no gratuita de la aplicación. Esta cuenta con las ventajas de
integrar Microsoft 365 y proteger mejor el contenido de las conversaciones. La protección de los datos de la versión gratuita, en cambio, se ha puesto a menudo en entredicho. Junto a los puntos fuertes mencionados, la falta de seguridad de los datos de los usuarios constituye el mayor punto débil de la versión gratuita de Skype, tal y como se puede deducir de la lista de pros y contras: