Por muy bonita que suene la idea del teletrabajo, no todo es perfecto en esta nueva forma de trabajar. Los pros y contras de esta opción guardan relación con la productividad y la calidad del trabajo, por un lado, y con el bienestar personal y la cohesión del equipo, por el otro. Sin embargo, la mayoría de las desventajas pueden dejar de serlo si se incorporan ciertas costumbres y se sigue una serie de normas.
Un aspecto importante acerca del teletrabajo tiene que ver con la conciliación de la vida laboral y familiar. Sus ventajas son evidentes, aunque solo sea por el hecho de ahorrar la gran cantidad de tiempo que requiere trasladarse hasta el lugar de trabajo desde el colegio o desde casa y a la inversa. Además, la experiencia ha demostrado que los empleados que pueden trabajar a distancia tienden a trabajar más. Aquí, todos los involucrados deben asegurarse de que se cumplan las horas de trabajo contractuales y, por su propio interés, los empleados también deben ser disciplinados.
Muchas personas que trabajan desde casa destacan, por ejemplo, la paz y la tranquilidad de la que disponen en casa. En una oficina grande es normal distraerse, por ejemplo, cuando los compañeros te hablan o los teléfonos suenan constantemente. Además, muchas veces la idea de tener que tomar el transporte público para llegar a la oficina puede resultar estresante. Estos factores desaparecen cuando trabajas en tu casa, si bien puede haber otras distracciones: el pitido de la lavadora, el sonido del timbre cuando vienen a entregar un paquete, las voces de los niños si se han quedado en casa, etc. En definitiva, si optas por quedarte trabajando en casa, todos son responsables de asegurar un ambiente de trabajo tranquilo.
Por lo tanto, estos y otros aspectos deben ser considerados al elegir una oficina en casa.