Es evidente que actualmente el hosting entra en conflicto con la deseada neutralidad de emisiones de España para 2050. Sin embargo, los enfoques modernos no sólo prometen un alojamiento web con huella de carbono cero, sino que también se basan en métodos que incluso contribuyen positivamente al medio ambiente.
Basta pensar en lo que ocurre con nuestro propio ordenador en casa: en cuanto iniciamos aplicaciones que exigen un mayor rendimiento, el ordenador genera calor. Lo mismo ocurre con los grandes centros de datos. Por ello, una de las posibilidades es utilizar el calor residual generado en los centros de datos para calentar viviendas o ciudades. También se puede ahorrar mucha energía en la refrigeración de los centros de procesamiento de datos recurriendo a la refrigeración al aire libre en lugar de a sistemas de aire acondicionado.
Hoy día ya existen centros de datos que absorben completamente el CO2 que producen. La start-up WindCloud ha construido un centro de datos con cero emisiones netas en el Mar del Norte. El 100 % de su electricidad es verde y procede de turbinas eólicas. El calor residual que genera esta operación se usa para cultivar algas, que a su vez absorben el CO2. Además, más tarde, las algas se tratan. Como podemos observar, este tipo de proyectos modernos posibilitan que el alojamiento web tenga una huella de carbono cero neto.