Con WordPress, por ejemplo, puedes usar iFrames si quieres incluir tu propio contenido, pero no quieres consumir demasiado espacio de almacenamiento. Un buen ejemplo sería un vídeo corporativo de tu empresa. Puedes subirlo a tu propio canal de YouTubey luego integrarlo en tu página de WordPress con iFrames. Así, la carga de almacenamiento la asume YouTube, pero el vídeo sigue estando disponible en tu página.
También puedes hacerlo con imágenes u otros soportes de gran tamaño, lo que supone otra ventaja: al realizar la integración, también haces referencia a tus canales de redes sociales. Una interacción inteligente y elaborada de tus diferentes presencias web te aporta una imagen profesional y, en el mejor de los casos, también provoca que los clientes o visitantes de tu sitio web se relacionen contigo a través de tus plataformas restantes.
Los iFrames también son una solución óptima para las páginas web de WordPress si deseas incluir contenido de terceros. En este caso debes tener en cuenta siempre la ley de derechos de autor. Normalmente, si integras medios de fuentes externas en tu web de WordPress a través de iFrame, estás del lado seguro.