El objetivo de instalar un sistema gestor de base de datos es administrar los registros de la mejor manera posible. Como ya hemos mencionado, existen varios modelos para ello, que difieren básicamente en la manera en que se estructuran los datos. Por lo tanto, decidirse por un DBMS siempre implica decantarse por un modelo de base de datos concreto. Existen los siguientes modelos de bases de datos:
- Relacional
- Jerárquica
- De red
- Orientada a objetos
- Orientada a documentos
El más común y popular es el modelo de base de datos relacional, en el que los datos se estructuran en filas de tabla. La ventaja de este modelo radica en la posibilidad de crear diferentes relaciones entre las filas y presentarlas en columnas. El procedimiento es diferente al del modelo de base de datos jerárquico, donde los diferentes datos se organizan en relaciones padre-hijo, en una estructura similar a la de un árbol.
Otros enfoques para organizar los datos son el modelo de base de datos de red, donde los datos, como el nombre indica, se estructuran en forma de red, o el modelo de bases de datos orientada a objetos, en el que no solo importa la relación entre los registros de datos, sino también el concepto de la herencia: esto significa que los objetos pueden transferir algunos de sus atributos a otros objetos, lo que se regula a través del SGBD.
Por su parte, el modelo de base de datos orientado a documentos permite almacenar los registros de datos en diferentes documentos.