En principio, Disaster recovery (DR) existe también de manera independiente a la nube: la protección de los recursos críticos de la empresa se realiza internamente con los enfoques clásicos de la recuperación en caso de desastre. Si comparamos el método tradicional con el concepto moderno de cloud disaster recovery vemos que se diferencian en tres aspectos concretos:
- Complejidad de la configuración y del mantenimiento
- Costes y flexibilidad
- Seguridad
La diferencia más crucial entre la estrategia Cloud DR y la estrategia DR clásica es el esfuerzo asociado a la configuración y el mantenimiento del hardware y el software necesarios para la copia de seguridad y la recuperación. Las empresas que optan por un plan de emergencia en la nube se benefician de la ventaja de que toda la tecnología está externalizada y no tiene que ser configurada ni administrada en sus propias instalaciones. Además, el proveedor al que se le alquilan los recursos en la nube suele encargarse del mantenimiento del hardware y la compleja interacción entre los componentes individuales.
Estrechamente ligada a esta ventaja está la de los costes de la Cloud disaster recovery: no necesitas pagar el alto precio del hardware para comprarlo, solo necesitas el personal mínimo para gestionar el sistema de cloud recovery. Con Cloud disaster recovery tampoco asumes los costes de mantenimiento del hardware ni los de reponer el hardware que se vuelve obsoleto. Además, si necesitas más recursos, puedes ampliar tus recursos contratados en cualquier momento sin tener que instalar el hardware adicional que precisas.
La tercera ventaja de la Cloud DR es el alto nivel de seguridad que ofrecen los proveedores de servicios en la nube o los system houses. No se trata solo de la seguridad digital de los datos, que se consigue mediante software de seguridad y encriptación. La protección contra el robo de datos in situ, catástrofes naturales o los incendios es también mucho mayor en un centro de datos externo que si se almacenan los datos en la propia empresa.