¿Qué es un SSD?

¿Qué significa en realidad SSD? Estas son las siglas de una tecnología de disco duro que destaca por su sofisticación y su rapidez. Si bien los precursores de las unidades SSD aparecieron ya en los años cincuenta, es a partir de 1970 cuando se habla de almacenamiento SSD. Las soluciones anteriores eran extremadamente caras, tenían una durabilidad mínima y sin suministro de energía perdían el contenido (almacenamiento volátil de datos).

Hasta los años noventa no llegaría al mercado la primera unidad SSD basada en memoria flash que guardaba los datos almacenados sin depender del suministro de energía y, por lo tanto, era una memoria no volátil. Además de los módulos flash, se utilizan módulos de almacenamiento SDRAM (sobre todo como memoria caché durante el uso) que, aunque son volátiles, también son bastante más rápidos que las memorias RAM convencionales. Las unidades SSD industriales actuales alcanzan una capacidad de almacenamiento de hasta 100 terabytes con 5 millones de ciclos de escritura y una garantía de preservación de datos de hasta 10 años. Se utilizan por ejemplo en servidores con SSD rápidos.

¿Qué significa SSD?

SSD son las siglas de Solid State Drive o, en español, unidad de estado sólido. El término estado sólido se refiere a los componentes semiconductores, es decir, hablamos de una unidad hecha de componentes semiconductores. Por lo tanto, una unidad SSD es una agrupación de muchos elementos semiconductores que son utilizados por un sistema de gestión de archivos de datos digitales. Para la organización de datos en una unidad SSD se pueden emplear los sistemas de archivos FAT32 y NTFS, que te explicamos en otros artículos.

¿Cómo funciona esta tecnología?

En una unidad SSD la información se escribe en celdas semiconductoras. Estas celdas mantienen su estado incluso si no hay suministro de energía (el principio de la memoria flash). Una celda de memoria solo tiene dos estados: cargada o descargada. Este método se denomina Single Level Cell (SLC) y se emplea sobre todo en unidades industriales SSD muy caras. Dado que una celda equivale a un bit, está claro cuántas celdas de este tipo son necesarias para alcanzar un gigabyte (1 GB): 109 = mil millones de celdas de memoria (valor exacto: 230 =1 073 741 824). Una sola letra en el código ASCII ya requiere ocho bits, así que ya puedes imaginar cuánto espacio de almacenamiento es necesario para un documento de texto o imágenes.

No obstante, también es posible aumentar la densidad de almacenamiento de cada celda para que pueda almacenar más de 1 bit. Este tipo de almacenamiento se llama Multi Level Cell (MLC) y permite 2 bits por celda. De esta forma, se reduce el espacio físico de almacenamiento y, con él, los costes. La desventaja es el número inferior de ciclos de escritura. Otro tipo de almacenamiento es el Triple Level Cell (TLC), con el que los costes de fabricación disminuyen nuevamente.

Los semiconductores tienen una durabilidad limitada. Para contrarrestarla, las unidades SSD cuentan con un controlador interno que detecta las celdas de memoria desgastadas. El llamado Bad Block Management marca como erróneos los bloques de celdas cuyas celdas muestran riesgo de fallo y las reemplaza por celdas de una reserva. Según el modelo SSD, dicha reserva supone entre un 2 y un 7 % de la capacidad de almacenamiento total e incrementa la durabilidad de una unidad SSD considerablemente.

Tampoco podemos olvidar el tipo de disco duro híbrido (conocido como HHD), que combina características de los discos duros HDD y de las unidades SSD. La memoria flash rápida de la unidad SSD puede incrementar la velocidad general del híbrido respecto a un disco duro HDD normal. Sin embargo, no llega a competir con las excepcionales unidades SSD.

Principales ventajas y desventajas de una unidad SSD en comparación con modelos HDD convencionales

Pero donde hay luces, también hay sombras, aunque en este caso las sombras de las unidades SSD son aceptables.

Ventajas principales de las unidades SSD

Una ventaja remarcable de las unidades SSD es la rapidez de acceso a los datos: hablamos de aproximadamente una centésima del tiempo que necesitan los discos duros HDD. A ello se suma una mayor velocidad de transferencia de datos de lectura y escritura. Una unidad SSD no requiere tiempo de arranque ni tiene componentes mecánicos (a excepción de los conectores). Además, esta tecnología es resistente a los golpes, no vibra y, gracias a su baja demanda energética, no se sobrecalienta. La relación volumen-espacio de almacenamiento también resulta más económica. Además, el funcionamiento silencioso de una unidad SSD es una ventaja significativa para muchos usuarios.

Desventajas de esta tecnología

Los discos duros SSD son (todavía) bastante más caros que los discos duros convencionales y su número de ciclos de escritura y lectura es limitado debido a las características de los semiconductores empleados. Las unidades de estado sólido son, además, especialmente sensibles a las altas temperaturas.

Encontrarás más información sobre las ventajas y desventajas de los discos duros convencionales y de las unidades SSD en nuestro artículo SSD vs. HDD. Para saber más sobre la tecnología Shingled Magnetic Recording, que permite aumentar la densidad de almacenamiento en dispositivos magnéticos, no te pierdas nuestro artículo sobre el SMR.

¿Para qué tareas son recomendables las unidades SSD?

Cada vez son más los dispositivos que se equipan con unidades SSD en el ámbito comercial, ya sean portátiles, ordenadores, cámaras digitales o reproductores musicales. Ya es frecuente que los ordenadores utilicen unidades SSD como discos de sistema para el sistema operativo y los programas, mientras que los discos duros HDD (a menudo con más capacidad) se destinan a almacenar los datos de trabajo. Los smartphones y las tabletas tienen, por lo general, una vida útil más corta que los dispositivos fijos, por lo que este tipo de dispositivos móviles están predestinados a usar unidades SSD. Todos estos equipos se benefician de las propiedades de una unidad SSD: ligereza, velocidad y resistencia a los golpes. La tendencia a la baja en el precio de las unidades SSD deja vaticinar que todas las soluciones de almacenamiento en el sector del consumo estarán equipadas con unidades SSD en el futuro.

Su aplicación profesional e industrial se centra en los servidores de gran potencia como el servidor IONOS con SSD, que son considerados como soluciones de almacenamiento de cara al futuro. Sin embargo, también hay portátiles y ordenadores de mesa de alto rendimiento equipados con unidades SSD. Además, esta tecnología de almacenamiento se utiliza cuando es necesario disponer de grandes cantidades de información en tiempo (casi) real, como en el sector de la aeronáutica y del espacio (p. ej., en los registradores de datos de vuelo) pero también en contextos militares.

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