Los años 60 supusieron la entrada triunfal en escena de los ordenadores. Estos dispositivos técnicos no resultaban muy asequibles para los usuarios particulares, aunque las calculadoras se convirtieron en imprescindibles en los sectores de la ciencia y el ejército, y estas se hicieron incluso cada vez más importantes para las pequeñas y medianas empresas. Para permitir un intercambio de información más rápido, muchos tuvieron incluso que conectar las máquinas en red.
Para entenderlo mejor, pensemos que en aquella época los científicos todavía tenían que enviar datos de forma impresa, lo que constituía un proceso engorroso y pesado. Conviene también tener presente el contexto histórico si se aspira a entender la evolución de la red Arpanet: Estados Unidos se encontraba en Guerra Fría con la Unión Soviética.
Estas dos grandes potencias no solo llevaron a cabo una impetuosa carrera armamentística y una desesperada guerra de poderes en Vietnam, sino que en el sector de la ciencia también se hicieron intentos por superarse mutuamente, por ejemplo en el ámbito de la navegación espacial. Si se tiene en cuenta la situación política de la época, no es de extrañar que el ejército o, para ser más precisos, la Advanced Research Projects Agency (ARPA), impulsara la creación de una red informática estadounidense. El entonces presidente Dwight D. Eisenhower fundó la ARPA en 1958 como un departamento del Ministerio de Defensa, reaccionando así a la puesta en marcha del satélite soviético Sputnik.
Para una mejor coordinación de los proyectos científicos y, asimismo, ponerse a la altura de los avances en la investigación soviética, la tarea de dicho departamento fue la de organizar proyectos de investigación militares de un modo centralizado (en la actualidad sigue activo bajo el nombre de DARPA). Con este objetivo, también se dedicó a conectar los ordenadores de diferentes instituciones universitarias de investigación entre sí. En 1962, el informático y psicólogo J. C. R. Licklider adoptó el cargo de director de ARPA. Este ya tenía una idea concreta para una red y entusiasmó a los pioneros en tecnologías de la información (TI) Robert Taylor e Ivan Sutherland con su visión, tras lo que ambos informáticos realizaron investigaciones en una red descentralizada. El mismo Licklider abandonó tanto ARPA como el proyecto en el año 1964.
Inicialmente, el Ministerio de Defensa no ofreció su apoyo, pero en 1965 la investigación obtuvo algunos éxitos remarcables, pudiéndose finalizar en 1969. Su realización técnica fue encomendada a BNN Technologies, una empresa de TI para la que curiosamente Licklider había trabajado durante mucho tiempo.
El 29 de octubre de 1969, casi tres meses después de que Buzz Aldrin y Neil Armstrong se convirtieran en los primeros hombres en pisar la luna, el programador Charley Kline envió el primer mensaje legible a través deArpanet, que consistió en la palabra “login”. En este punto, la red recientemente desarrollada contaba con cuatro ordenadores en cuatro localizaciones distintas: la Universidad de California en los Ángeles (UCLA), la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), el Stanford Research Institute (SRI International) y la Universidad de Utah.