La estrategia perfecta de marketing de contenidos es, en sí misma, un arte. Hacerla realidad depende de un contenido relevante y de calidad, del canal de distribución correcto, de la estrategia de promoción adecuada y, naturalmente, de saber llegar a la audiencia. Si se cumplen todas estas condiciones, es probable que estemos ante una estrategia reportadora de éxitos, pues el marketing de contenidos no solo logra la fidelidad del cliente que los canales clásicos de push marketing tan difícilmente alcanzan, sino que, a menudo, se convierte en un efectivo impulso para las ventas y fortalece enormemente el grado de popularidad de la marca.
Ahora bien, ¿cómo se pueden acreditar estos efectos positivos? ¿Cómo saber si una estrategia es realmente eficaz? Y, si no lo es, ¿deberían redefinirse los objetivos o sería suficiente con concentrarse en otro punto de la estrategia? Tarde o temprano y teniendo en cuenta que el desarrollo de una estrategia bien planificada supone un consumo constante de tiempo y dinero, muchos departamentos de marketing se encuentran ante estas cuestiones. En última instancia, la inversión ha de resultar rentable y es que no se puede olvidar que la rentabilidad ha sido y es el factor central que mueve el marketing digital.
Si quieres saber cómo se puede medir el éxito de las estrategias de marketing de contenidos, qué instrumentos se pueden utilizar para ello y cómo reconocer los aspectos que se tienen que optimizar, sigue leyendo.