El propietario del dominio informa a todos los potenciales receptores de correo electrónico (es decir, a sus servidores), que ha firmado sus correos electrónicos con DKIM y/o los ha verificado con SPF. Les pide que verifiquen todos los correos procedentes de su dominio y que en caso sospechoso (si la verificación es negativa) tome medidas. Esto lo comunica incluyendo un registro en la zona de dominio y en el encabezado del correo electrónico.
El servidor receptor comprueba si se puede autentificar el correo electrónico con al menos uno de los dos estándares: DKIM o SPF. Si no es posible, entonces se considera como “sospechoso”, pudiendo tratarse de una falsificación. Por ejemplo, un tercero abusa de la dirección del remitente para sus propios intereses.
El propietario del dominio puede recomendar a los receptores las siguientes medidas:
- devolver el correo electrónico sospechoso,
- ponerlo en cuarentena
- o aceptarlo de todos modos y limitarse a avisar al propietario del dominio.
Esta recomendación se establece en el informe DMARC (a continuación).
El reporting o informe también forma parte de DMARC. Los servidores receptores deben enviar con regularidad un informe al dominio del remitente informando sobre los correos sospechosos (es decir, aquellos que no se pudieron autentificar, ni con DKIM, ni con SPF). Estas direcciones de correo electrónico quedan registradas en DMARC.