A pesar de vivir en la era tecnológica, muchas empresas siguen apostando por las clásicas tarjetas navideñas. Son muchos los que siguen mostrando una gran estima por lo analógico, pues, de esta forma, el cliente recibe algo físico y tangible.
Sin embargo, rara vez esta tarjeta postal se asemeja a una carta o escrito al uso. Por regla general, las tarjetas navideñas corporativas se individualizan para cada cliente. Además, cuentan con un toque creativo que las hace destacar de entre todas las demás. Puede tratarse de una foto de grupo firmada por la parte de atrás, una carta escrita a mano en un sobre con olor o un pequeño detalle, como un bombón o una galleta, que acompañe a la postal.
Aun así, felicitar la Navidad a los clientes en formato digital es cada vez más común. Una empresa puede hacerse valer de la tecnología para demostrar a sus clientes que actúa de acuerdo con los tiempos que corren: apuesta por la sostenibilidad, ahorrando en papel y en los recursos relacionados con las rutas de entrega, y subraya su afinidad digital. Asimismo, las felicitaciones de Navidad enviadas a los clientes en este formato no tienen límites creativos. Se pueden enviar vídeos, villancicos o tarjetas navideñas interactivas, entre otras muchas opciones.
Optar por una forma u otra dependerá de dos factores: el perfil de tu empresa y el del cliente. De nada sirve crear una felicitación navideña digital atractiva si el cliente apenas utiliza Internet. Pero, al mismo tiempo, no puedes dar de lado a la originalidad. Tu felicitación deberá ser lo suficientemente buena para que no se pierda entre el resto de cartas y postales navideñas.