En principio, siempre existe la posibilidad de recuperar correos electrónicos enviados con Gmail, sin importar si el destinatario del mensaje es también usuario de Gmail o de cualquier otro programa de correo. El único factor decisivo en la recuperación de correos enviados en Gmail es el tiempo. Tras enviar un correo, el servicio de Google te concede un espacio de tiempo definido durante el que puedes recuperar el mensaje. Este espacio de tiempo es un periodo de cancelación: aunque hayas pinchado en “Enviar”, Gmail retiene el correo durante un momento. En ese espacio de tiempo, cuentas con la posibilidad de recuperarlo, es decir, de detener el envío.
El periodo de cancelación predeterminado por Gmail son cinco segundos. Sobra decir que estos cinco segundos constituyen un espacio de tiempo muy corto. Normalmente te das cuenta de que se te ha olvidado adjuntar un documento a un correo, por ejemplo, pasado un rato. Por suerte, el periodo de cancelación puede prolongarse. Para ello, solo tienes que seguir los siguientes pasos:
Paso 1. Abre el menú “Opciones” en el icono de la rueda dentada de Gmail.