Aunque los ciberdelincuentes profesionales pueden aprovechar incluso las brechas de seguridad más imperceptibles, defenderse de sus ataques es posible. La regla de oro es la prevención. Hay varios aspectos que cabe tener en cuenta para proteger el ordenador lo mejor posible de los ciberataques.
Por un lado, se recomienda encarecidamente instalar un programa antivirus, algo obvio para la mayoría de usuarios. Otro aspecto importante es el firewall o cortafuegos, que debería estar bien configurado para ofrecer la mayor protección posible. Además, siempre se debe mantener actualizado el sistema operativo y todos los programas instalados, lo que significa actualizar el software regularmente para evitar que las versiones obsoletas ocasionen brechas. También conviene instalar un programa de protección del navegador que detecte las páginas de phishing, reconozca el malware y advierta al usuario sobre ellos.
Como muchos ordenadores se infectan por correo electrónico, es importante proteger estas cuentas para evitar los ataques. Por lo general, se recomienda no abrir los archivos adjuntos en correos electrónicos que no sean de confianza, como alguna factura inesperada. También hay que ignorar los correos electrónicos de supuestos bancos con enlaces dudosos y ortografía cuestionable.
En general, es aconsejable utilizar una cuenta de usuario sin derechos de administrador, limitando el uso de los derechos a casos excepcionales. Generalmente, se requieren amplios derechos para cambiar la configuración del sistema operativo del ordenador, por lo que utilizar una cuenta de usuario normal reduce el riesgo de que algún tipo de malware pueda llegar a las profundidades del sistema.