¿Qué es la latencia?

Al jugar en línea, pero también en el trabajo diario con el ordenador, el usuario espera un rápido tiempo de respuesta a sus órdenes. No obstante, no siempre es posible tener una latencia baja: las largas distancias y otros problemas de hardware y software pueden ralentizar el flujo de datos. Sin embargo, puedes tomar medidas concretas para reducir la latencia.

Latencia: definición

La latencia, también llamada tiempo de reacción, describe el tiempo que pasa entre una orden y la reacción esperada. Siempre hay un retraso, provocado por distintos factores. Como regla general, lo ideal es tener una latencia baja y evitar una latencia alta.

Significado de latencia

Inicialmente parece algo abstracto pero este término cobra sentido sobre todo en el ámbito de las telecomunicaciones. Si estamos con el ordenador y hacemos doble clic, el programa en cuestión debe iniciarse rápidamente. Lo mismo pasa si estamos navegando por Internet, queremos que la página se cargue de inmediato, o con el Cloud gaming, que queremos que ese golpe al contrario se haga en tiempo real.

Una latencia alta se nota, por ejemplo, al usar gafas de realidad virtual. Si el entorno virtual no se carga con suficiente rapidez, la experiencia deja de ser realista. En el futuro, tener una latencia baja será mucho más determinante con los coches autónomos: en este caso, la latencia tendrá que acercarse todo lo posible a cero para que los coches puedan reaccionar de manera segura ante accidentes y otros sucesos sorprendentes de la circulación vial.

Además de la latencia de Internet y la latencia del sistema operativo o informático, para el usuario de a pie también es importante la latencia de la fibra óptica, es decir, el tiempo que tarda una señal en recorrer el cable. La latencia también existe en otros contextos, como por ejemplo el operativo o el mecánico.

¿Qué provoca la latencia?

Aunque el objetivo sea conseguir una latencia lo más cercana a cero posible, en la mayoría de casos esto no es realista. Por ejemplo, la latencia de Internet o del ordenador se ve influida por los siguientes factores:

  • Distancia entre emisor y receptor: si consultas un paquete de datos de un servidor de Estados Unidos, la latencia será considerablemente mayor que si los datos estuvieran en servidores españoles.
  • Medios de transferencia: existen diversos tipos de cables (p. ej.) con distintas velocidades de transferencia. El tipo y la cantidad de dispositivos interconectados (servidores, discos duros, switch, etc.) también aumentan la latencia.
  • Tamaño de los paquetes: cuanto más grande sea el paquete de datos, más durará la transferencia.
  • Tipo de procesamiento de datos: los distintos componentes procesan los datos de manera distinta.
  • Ancho de banda disponible: el ancho de banda del que dispongas también puede ralentizar la transferencia de datos. La intensidad de la señal también puede influir, sobre todo si es demasiado débil y/o si necesita amplificarse con un repetidor.
  • Cola de espera en las estaciones individuales: cuando hay más solicitudes que de costumbre en un servidor al mismo tiempo.
Consejo

Para averiguar la latencia de tu Internet, existen los llamados ping test. La página web envía de prueba un paquete de datos a tu ordenador y mide el tiempo que tarda en enviarlos de ida y vuelta. Lo que se interpreta como un buen valor de latencia o ping depende de tu conexión a Internet.

Cómo reducir o mejorar la latencia

Uno de los factores más importantes para conseguir una buena latencia es que haya poca distancia entre emisor y receptor. Este factor se gestiona a través del llamado Edge computing, en el que se establece una arquitectura informática que procesa los datos lo más cerca posible de su fuente. Además de esto, puedes optimizar tu hardware y software para mejorar la latencia:

  1. Cuando estés viendo vídeos o jugando por Internet, trata de seleccionar un servidor español o al menos europeo en los ajustes del juego o de la plataforma de streaming.
  2. Para aplicaciones con una alta intensidad de datos, usa cable en vez de WLAN.
  3. Reduce la llamada pérdida de paquete por culpa del cortafuegos. El cortafuegos examina los paquetes entrantes e incluso puede bloquearlos. Esto lleva tiempo y a veces hay datos que se pierden. Para evitarlo, puedes configurar el firewall indicando las páginas y aplicaciones que no requieren esta comprobación.
  4. Reduce la carga del cable para tener más ancho de banda para la aplicación que estés usando: cierra los programas que se están ejecutando en segundo plano en tu ordenador, pon el resto de dispositivos (smartphone o tablet) temporalmente en modo avión y deja que el router priorice tu ordenador. Si puedes, desinstala los programas totalmente innecesarios de tu ordenador.
  5. Asegúrate de tener más memoria RAM en tu ordenador.
  6. Desfragmenta tu disco duro.
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