Normalmente a cada dominio se le adjudica un servidor. Cuando un usuario accede a una página web introduciendo una URL en la interfaz de búsqueda de un navegador, se solicitan los datos correspondientes a su servidor. Si este servidor cae, en caso de sobrecarga, el usuario recibe una notificación de error: Servicio no disponible. En un caso como este, el balanceo de carga puede poner remedio mediante un balanceador de carga, adjudicando varios servidores a un dominio sin conflictos de dirección.
El balanceador de carga se nombra según el dominio público y los servidores secundarios con las adiciones www1, www2, www3, etc. De esta manera se logra que una web esté disponible siempre bajo la misma URL, aunque detrás se encuentren varios servidores. Este reparto de solicitudes entre diferentes computadoras, que se realiza sin que el usuario lo perciba por medio de complejos algoritmos, alivia a los servidores.
La elección del algoritmo adecuado es un factor decisivo para determinar la manera en que se reparten las solicitudes entrantes. Los más usados son: Round Robin, Weighted Round Robin, Least Connections y Weighted Least Connections.