Para poderte enviar información y notificaciones, Windows 11 ejecuta ciertas aplicaciones, como los clientes de correo electrónico, que están siempre en segundo plano. Esta función, en principio muy práctica, repercute en el rendimiento, especialmente en la memoria de trabajo. Por ello, si cierras los programas que se ejecutan en segundo plano, puedes ahorrar recursos y acelerar Windows 11. Sin embargo, el sistema no ofrece una función general de desactivación como en Windows 10. Por lo tanto, debes cerrar todas las aplicaciones en segundo plano manualmente siguiendo los siguientes pasos:
- Pulsa [Windows] + [X].
- Selecciona “Aplicaciones”.
- Haz scroll hasta la aplicación cuya configuración de ejecución en segundo plano quieras ajustar.
- Haz clic en el icono de los tres puntos y después en “Opciones avanzadas”.
- En la sección “Permisos de aplicaciones en segundo plano”, selecciona la opción “Nunca”.