Un aspecto fundamental cuando se trabaja en la estructuración de un proyecto web es una planificación que incluya hasta el más mínimo detalle. Solo cuando se ha analizado en profundidad el propósito, el contenido y el impacto de una web es posible determinar el entramado adecuado de navegación, diseño y contenido. Dado que incluso el mejor contenido pierde valor cuando solo puede accederse a él con muchos problemas, lo primero a considerar en este plan (y a mantener como lema en cada fase) debería ser una ordenación lógica y una arquitectura clara. En ello puede resultar útil ponerse en el lugar del usuario y preguntarse cómo debería ser la estructura de navegación de la página web para que pudiera explorarla casi con los ojos cerrados.
A la hora de diseñar las categorías temáticas hay que pensar en una jerarquía clara con la mínima cantidad posible de pasos, que permita al usuario filtrar con precisión y brevedad lo que busca, sobre todo cuando es la primera vez que aterriza en la página. Aquí conviene no olvidar que el margen de atención del usuario suele ser muy corto y la competencia muy elevada, de modo que, si no encuentra lo que busca de inmediato, le es mucho más práctico abandonar la página y recurrir al buscador o a otro servicio. La tasa de rebote (bounce rate) resultante no solo se refleja negativamente en la página como uno más entre los aspectos de SEO, sino también en el negocio en sí.
Asimismo, es posible apoyarse en teorías y costumbres establecidas en la Red como el patrón de lectura en F, modelo basado en diversos estudios que designa el itinerario aproximado que sigue el ojo en una página web donde predomina el texto escrito: primero se mueve de forma horizontal a lo largo de la barra superior (donde suele encontrarse el menú), después desciende por la izquierda de la pantalla, lee más abajo algún contenido que le ha llamado la atención y sigue descendiendo por la izquierda para “sobrevolar” el resto de texto, que considera de interés secundario, siguiendo un camino en forma de “F”. Esto demuestra una vez más que para ganarse al cliente es necesario presentar el contenido más relevante cuanto antes y con claridad.