A primera vista GitLab es más ordenado y claro gracias a su interfaz de usuario bien estructurada, razón por la que muchos usuarios afirman que su manejo es más sencillo e intuitivo. En GitLab, los elementos no solo se indican en lista, sino que también se pueden organizar y gestionar en una vista de escritorio.
Otra gran ventaja frente a GitHub es que la interfaz de usuario (UI) de GitLab es escalable y se puede adaptar al tamaño de la pantalla de forma flexible, mientras que GitHub solo ofrece un tamaño estándar fijo. Por ello, en caso de visualización en terminales móviles, GitLab suele ser la mejor elección como alternativa a GitHub.
La comparativa también revela que la edición y creación de códigos es un poco más sencilla en GitLab, ya que la herramienta cuenta con un entorno de desarrollo integrado (IDE). En cambio, GitHub solo cuenta con un editor de textos muy minimalista.
Aunque para ser justos, también hay que decir que estas diferencias quedan en un segundo plano del análisis GitLab vs. GitHub si usas las plataformas en el escritorio y las integras en editores o IDE de terceros, ya que, en este caso, casi no tratamos con la interfaz en sí. Además, si aún no has usado ninguna de las dos herramientas, tendrás que realizar prácticamente el mismo trabajo de familiarización.