Nu Dot Co fue el único postor que no quiso tomar parte en una subasta privada. De haber sido así, el valor total habría sido dividido en partes iguales entre los licitadores no ganadores. A falta de un acuerdo entre los participantes, la subasta tuvo lugar como una subasta de la ICANN. De este modo, los ingresos totales por la venta del dominio .web le corresponden a la organización sin ánimo de lucro.
Los licitadores Radix y Donuts presentaron una queja ante la ICANN con el objetivo de posponer la subasta. Su argumento era el cambio de directivas de la empresa Nu Dot Co, con el que pretendían desenmascarar a su competidor que, según explicaban, se trataba de una empresa fachada detrás de la cual se encontraban grandes jugadores del negocio de los dominios. Esto tenía como objetivo sacar a la compañía estadounidense del concurso de licitación. Después de cuatro días, la queja fue rechazada por la ICANN. Esto sucedió inusualmente rápido, teniendo en cuenta que, en el pasado, este organismo solía necesitar más de un mes para tomar este tipo de decisiones.
Donuts, que es conocido, entre otras cosas, por ser el propietario de los nuevos dominios de nivel superior.business y .company, no se mostró muy contento con la decisión y tramitó una demanda en contra de la ICANN. Donuts acusó a la ICANN de haber violado las políticas de la organización y de ir en contra de las directrices establecidas. Una parte de la demanda incluye una compensación por pérdidas futuras de al menos 10 millones de dólares, argumentada, entre otras, en incumplimiento de contrato y competencia desleal.