Si tu email ha sido hackeado, los cibercriminales pueden suplantar tu identidad. En este caso, se habla de unrobo de identidad en Internet. Al robar tu identidad, los hackers pueden realizar compras online en tu nombre o usar tu cuenta para el envío masivo de spam o de troyanos. Para cualquier persona, esto puede desencadenar considerables pérdidas económicas en la medida en que, por ejemplo, las tiendas online pueden deducir pagos de tu cuenta o pedirte que lo hagas sin que hayas realizado la compra. Otro escenario posible es que terceros utilicen tu cuenta para actividades delictivas que generen perjuicios legales a tu nombre. En conclusión, puede generar un efecto dominó en el que incluso otras personas pueden verse afectadas si, por ejemplo, se envían troyanos o software malicioso para paralizar las redes de una empresa.
Ahora bien, uno de los factores de protección más importantes es una contraseña segura para tus cuentas de correo electrónico e, idealmente, un protocolo de autenticación de dos factores. En nuestra guía encontrarás toda la información acerca de cómo protegerte con contraseñas seguras.