Por norma general, la relación personal con el destinatario es la que marca qué despedidas de los correos electrónicos son las más adecuadas. Si se trata de un contexto formal y no estás seguro de cuál usar, opta por una fórmula más neutral. Sin embargo, no te olvides de que con cada email representas a tu empresa. Por eso mismo, prepara el final del email acorde con ello. Si es necesario, reacciona a la elección de palabras que usa tu receptor a lo largo de la comunicación: ¿qué fórmulas utiliza la otra persona? ¿cómo de personal es el trato (ya)?
Un punto de referencia para saber cómo de “informal” puedes formular tu mensaje es saber diversas características de tu destinatario, como el cargo, la edad, pero también la cultura de la empresa y el sector en el que se encuentra. En el mundo de los medios de comunicación y de las empresas emergentes, la comunicación suele ser más informal. Sin embargo, en el caso de bancos, administraciones o aseguradoras, se tiene a comunicar todo mediante emails más conservadores.
Varía también las despedidas de los correos electrónicos, sobre todo si se refiere a una ocasión o acontecimiento de tu entorno. Si siempre deseas un buen comienzo del día, puede dar la sensación de ser un mensaje cualquiera, automatizado y de poco aprecio.