En cualquier tipo de comunicación, cuando quiere contactarse con una persona determinada, hay que saber cómo contactarla. El nombre, el número de teléfono, la dirección postal, etc., son datos que nos ayudan a enviar nuestra información al destinatario correcto. En la tecnología de redes pasa exactamente lo mismo. En este caso, son las direcciones IP y MAC las que nos ayudan a identificar a los destinatarios.
Unicast funciona en la capa de red (capa 3) del modelo OSI, de modo que es un esquema de enrutamiento. A la información que se envía (un correo electrónico, un archivo o una petición de una página web) se le añade un encabezado en el que se incluyen los datos de la dirección. Por ahora, vemos que se trata de un proceso bastante simple: el encabezado contiene la dirección del destinatario en la red y es a esta dirección a la que se enviará el paquete.
Sin embargo, la comunicación no siempre se produce dentro de una red cerrada en la que el router puede llegar directamente hasta cada terminal concreto, de modo que unicast puede darse también entre diferentes redes o subredes. Para ello, se utiliza la tecnología de enrutamiento IP, que garantiza que cada nodo sepa qué ruta debe seguir el paquete de datos para llegar al destinatario correcto. Los routers (los nodos en una red) utilizan para ello tablas de enrutamiento. Para definirlas, se aplican concretamente los protocolos OSPF y RIPv2.
A diferencia de las direcciones IPv4 habituales hasta ahora, el nuevo protocolo IPv6 ha previsto una particularidad para unicast: ciertos rangos de direcciones se reservan para los distintos tipos de comunicación. Las direcciones multicast pertenecen a un rango diferente al de las direcciones de unicast. También dentro de las direcciones unicast hay diferentes tipos, que se representan mediante un prefijo situado al comienzo de la dirección.