Microsoft se ha esforzado durante años para garantizar la compatibilidad de las versiones antiguas del Server Message Block con las nuevas versiones del sistema para asegurar la comunicación entre los dispositivos más antiguos y los más nuevos. Sin embargo, asegurar la compatibilidad conlleva, como siempre, un mayor riesgo de seguridad, ya que SMB 1.0 tiene numerosas debilidades en comparación con los otros protocolos. Una de ellas es que el sistema es vulnerable frente a ataques DoS.
En las redes, el peligro de un ataque basado en el protocolo SMB es particularmente alto. Por motivos de compatibilidad, en la red suelen estar activadas todas las versiones de SMB, porque así lo requieren las impresoras u otros dispositivos de red conectados. De este modo, aunque la versión antigua no se utilice realmente, esto pone la tarea fácil a los atacantes, ya que pueden bajar al nivel de comunicación SMB 1.0 y atacar el sistema deseado sin mayores obstáculos. Por esto, con Windows 10, Microsoft ha decidido activamente eliminar la compatibilidad con la primera versión o desinstalarla automáticamente cuando no esté en uso.