El gobierno corporativo, la gestión de riesgos y el cumplimiento son tres aspectos de la gestión corporativa que a menudo tratan sobre las mismas áreas y procesos desde diferentes perspectivas y, por lo tanto, a veces no son fáciles de distinguir. Por esto, no son términos fácilmente traducibles. Por esta razón, se utiliza el término Governance, Risk & Complianceo su abreviatura GRC para denominar a todas las medidas que aseguran el desarrollo sin incidentes, orientado a los objetivos y conforme a la ley de todas las actividades empresariales (internas y externas).
Las medidas de GRC no solo redundan en interés de la dirección de la empresa, sino que también sirven para cumplir exigencias legales. El concepto de GRC ha ganado importancia en España en los últimos diez años, debido a su ubicuidad en la escena internacional. Cada vez se exige un mayor control interno desde el punto de vista normativo, desde la Ley Sarbanes-Oxley de Estados Unidos y su versión japonesa, hasta las Directivas Europeas 4ª, 7ª y 8ª, Solvencia II, Basilea II y la Ley de Seguridad Financiera.
Para comprender mejor cuáles son los objetivos del GRC y qué métodos existen para implementarlo, vamos a examinar individualmente los tres conceptos.