Además del ebitda “puro” descrito, también se utiliza el ebitda adjusted o ebitda ajustado. Para calcular este valor, se deducen del resultado de la empresa los ingresos y gastos extraordinarios, pero no los gastos que están más estrechamente vinculados a las actividades de la empresa como, por ejemplo, las amortizaciones de los activos fijos utilizados con ese fin. No obstante, no existe una definición precisa de lo que incluyen los mencionados ingresos y gastos extraordinarios. Por lo tanto, el valor informativo de este indicador resulta también limitado a la hora de comparar diferentes empresas.
Debido a su limitado valor informativo con respecto al éxito global de una empresa, el ebitda ha estado en el punto de mira de las críticas durante los últimos años. El motivo es que algunas empresas intentaron ocultar su mala situación financiera utilizando este indicador. En sentido estricto, tal y como ya hemos comentado, no proporciona información alguna sobre la situación financiera de una empresa. Por ejemplo, según diversos medios online, la empresa de Internet AOL Time Warner informó de un ebitda de 8 800 millones de dólares y con esos datos intentó desviar la atención respecto de una pérdida de 53 000 millones de dólares que no había sido considerada en esa cifra. Debido a que algunas empresas llegaron aún más lejos y trataron de mejorar sus resultados disfrazándolos mediante el ebitda, algunos economistas comenzaron a utilizar de forma sarcástica la expresión “earnings before I tricked the dumb auditor” para el acrónimo, lo que en español significa: “ganancias antes de engañar al tonto del auditor”.