El denominado ebitda es un acrónimo del inglés “earnings before interest, tax, depreciation and amortization”. Así, este indicador describe el resultado de la empresa sin tener en cuenta los intereses ni los impuestos, las depreciaciones de propiedades, plantas y equipos y amortizaciones de activos intangibles.
Este indicador ofrece dos ventajas: por un lado, permite observar las actividades operativas de una empresa de forma aislada, porque las partidas financieras que no contempla el ebitda no influyen directamente en el éxito de los procesos empresariales. Por otro lado, el hecho de que las empresas estén sujetas a fiscalidades diferentes dificulta en muchos casos la realización de comparaciones internacionales. Al ignorar estos factores que influyen en las empresas, es posible comparar mejor a empresas de diferentes países.
Pero, por otro lado, el ebitda presenta también una debilidad. Febido a que no incluye la depreciación de los activos, difícilmente puede utilizarse para obtener una imagen fiel del éxito sostenible de una empresa. Los equipos de producción, por ejemplo, tienen una vida útil limitada y deben amortizar su valor y ser sustituidos tarde o temprano. Además, el entorno económico de una empresa está en constante cambio y debe reaccionar realizando nuevas inversiones y las correspondientes amortizaciones. Así, una empresa con un buen margen ebitda puede quedarse atrás si no realiza las inversiones necesarias debidamente.