Este indicador del beneficio de explotación de una empresa se utiliza, a menudo, en los informes financieros de países de habla inglesa, si bien al menos en los EE.UU. no se incluye dentro de los principios de contabilidad generalmente aceptados US GAAP (acrónimo de United States Generally Accepted Accounting Principles). Como ya se ha mencionado, con el EBIT se calcula el resultado de las actividades de explotación, sin incluir los ingresos y gastos por impuestos e intereses. En otras palabras, el EBIT no representa el resultado neto del ejercicio, pues para ello habría que incluir los impuestos e intereses. Por lo tanto, tampoco aumenta o disminuye los activos de la empresa, sino que se trata de un valor intermedio, aunque no por ello menos importante.
Con todo, hay que indicar que no hay una interpretación uniforme ni una definición unánime del término EBIT a nivel internacional. En los EE.UU., por ejemplo, el indicador significa en gran medida exactamente lo que dice el acrónimo, es decir, los beneficios antes de intereses e impuestos, aunque a menudo se contabilizan los ingresos por intereses. En España, sin embargo, estos gastos financieros no se suelen considerar dentro del cálculo del EBIT. Lo que sí es cierto, es que los elementos que se incluyen para determinar el EBIT difieren en muchos casos, por lo que se requieren aclaraciones más extensas para definirlos.