Objetivos SMART: alcanza tus metas personales y profesionales

Si quieres cosechar éxitos, debes ponerte objetivos. Esta es la primera lección que todo empresario debe interiorizar. No obstante, a menudo los resultados no cumplen las expectativas y la causa puede radicar en los propios objetivos, ya que el tipo de metas y la manera en la que las formulas ya afecta notablemente a las probabilidades de su éxito. Para que las metas sirvan como motivación, se puedan cumplir y ayuden a crecer a la empresa, deben cumplirse determinados criterios. El método SMART resume todos estos criterios.

Por qué es tan importante definir los objetivos correctamente

Hay casos en los que los objetivos se han establecido de forma demasiado suave o poco realista. En otros, no se ha fijado una fecha límite o dicha fecha es extremadamente corta. A la hora de marcar objetivos, se pueden cometer muchos errores. Pero está claro que sin ellos no se va a ninguna parte. Los objetivos determinan la acción humana. En el contexto empresarial, los objetivos controlan el compromiso de los empleados y hacen que los trabajadores usen sus habilidades y su creatividad para obtener los resultados deseados. Los objetivos permiten orientarse en cuanto al avance que logra el equipo y también juegan un papel determinante en la motivación para permanecer activos.

No obstante, para que las metas pueden desarrollar todo su potencial positivo, no es suficiente con esbozar una dirección y añadir un escueto “Hacedlo lo mejor que podáis”. Ya en los años 90, Latham y Locke demostraron, con su investigación en la teoría de la definición de objetivos, que estos tienen el mayor efecto si cumplen cinco criterios, que agruparon en la denominada metodología SMART –SMART sería el acrónimo resultante de la primera letra de cada uno de los criterios.

¿Qué es la metodología SMART?

Según Locke y Latham, los objetivos personales y profesionales funcionan mejor si se formulan según los criterios SMART. Estos establecen que un objetivo debe ser: specific (específico), measurable (medible), attractive (atractivo), realistic (realista), time-bound (finito). En algunos casos se usan otras palabras, pero con el mismo significado que en este caso.

Específico: los objetivos deben formularse de la manera más precisa y concreta posible. Sobre todo, en las empresas del sector económico, es importante que la definición de los objetivos no deje margen a la interpretación, sino que el resultado que se espera esté bien claro. Además, el objetivo siempre se debe formular de manera positiva (p. ej., “Queremos volver a números negros” frente a “Queremos salir de los números rojos”.)

Medible: el objetivo debe formularse de manera que su consecución se pueda comprobar objetivamente. Debes definir marcadores fiables, por ejemplo, la facturación mensual, el número de conversiones al mes o el número de ventas por trimestre. No obstante, no todos los objetivos se pueden medir a través de cifras indicadoras cuantitativas. En estos casos, debes usar marcadores cualitativos, como la satisfacción de clientes o empleados y registrar estos datos, por ejemplo, con una escala.

Atractivo: todos los implicados deben aceptar el objetivo y estar motivados para lograrlo. Sin este tipo obligación y sin una conexión emocional con el objetivo, las probabilidades de éxito son muy reducidas.

Realista: para que los objetivos puedan alcanzarse y los empleados acepten su parte de responsabilidad, los objetivos deben ser realistas. Pueden ser objetivos exigentes, pero el equipo debe tener la posibilidad de superar el listón. Si el objetivo parece utópico, cualquier ápice de motivación se desvanece rápidamente. Para formular un objetivo realista, debes tener en cuenta los recursos y el tiempo disponibles.

Finito: cada objetivo debe vincularse a una fecha concreta. Si los empleados cuentan con una meta clara y visible, estarán más motivados. De esta forma evitarás, además, que los miembros del equipo caigan en la procrastinación y pospongan sus tareas continuamente. También debes explicar al equipo que los resultados se comprobarán en una fecha concreta. Así el equipo contará con un estímulo adicional.

Ejemplos de aplicación de objetivos SMART

A primera vista, puede parecer que los objetivos SMART complican el mismo proceso de definirlos, porque deben tenerse en cuenta numerosas variables. Está claro que requiere un mayor esfuerzo, pero todo este trabajo no será en vano. Con un poco de práctica, los criterios se convertirán rápidamente en parte de una lista de comprobación interior. A partir de entonces, serás capaz de formular objetivos SMART de una forma mucho más rápida.

Mediante tres ejemplos te mostramos cómo mejorar objetivos normales con la metodología SMART:

  1. Deseamos aumentar la facturación.

2. Quiero cambiar de empleo.

3. Deseamos facilitar el manejo de la página web de la empresa para los usuarios lo antes posible.

Ventajas y desventajas de la metodología SMART

Aunque la metodología SMART es una de las estrategias más extendida para formular objetivos y cuenta con muchas ventajas, también tiene desventajas.

Ventajas

Trabajar con objetivos tiene ventajas claras, sobre todo si se trata de objetivos SMART. Resumimos algunas de las ventajas más importantes en esta lista general:

  • Facilita su aplicación: solo si sabes a dónde vas a viajar, puedes llevar la ropa adecuada. Los objetivos SMART son concretos y por ello forman la base perfecta para una planificación de proyecto o cualquier planificación detallada.
  • Atribuye mayor claridad a las prioridades: los objetivos claros y concisos según el método SMART son especialmente útiles para los empleados que tienen dificultades para establecer prioridades y que sin un objetivo claro se pierden fácilmente con tareas pendientes menos importantes.
  • Aumenta la probabilidad de éxito: si estableces objetivos SMART, puedes comprobar de forma inequívoca si los has alcanzado o hasta qué punto te has acercado. Conocer esta escala de valoración puede aumentar la motivación y el compromiso de los empleados. En el estudio “Toward a Theory of Task Motivation and Incentives” del American Institute for Research, la motivación de los empleados aumentó un 35 % tras acordar objetivos concretos.

Desventajas

Los críticos de la metodología SMART opinan que sus ventajas se anulan por una serie de graves desventajas.

  • Fomenta la mediocridad: los objetivos SMART promueven los objetivos realistas. Sobre todo, en el contexto empresarial, esta visión puede suponer que no se tengan en cuenta las ideas innovadoras y rompedoras y que los equipos y gestores se acomoden en la mediocridad.
  • Limita la motivación: si los objetivos SMART no se fijan con la ambición necesaria, el efecto motivador se pierde, tal y como demostró un estudio de liderazgo de Leadership IQ.
  • Aumenta la presión para lograr resultados: esta desventaja no es específica de la metodología SMART, sino que es la otra cara de la moneda de cualquier fijación de objetivos. No obstante, como los objetivos SMART permiten una distinción clara entre “alcanzados” y “no alcanzados”, los empleados tienen menos margen para relativizar resultados menos buenos y esto puede causar que fracasen en su propósito. El que esta transparencia aumente la presión por lograr los objetivos depende de cómo se lidie con los errores en la empresa. ¿Se analizan las causas de por qué no se alcanzó el objetivo de manera constructiva o se prioriza la asignación personal de la culpa?

Objetivos SMART: es un buen método, pero hay alternativas

Los objetivos son el motor de las acciones corporativas. En este contexto, el éxito depende de la calidad de los objetivos formulados. La metodología SMART te permite echar mano de una fórmula probada para formular objetivos de manera que los empleados tengan una meta clara y cuenten con una base para fijar pasos concretos de aplicación.

Si formulas objetivos específicos, medibles, atractivos, realistas y finitos para ti y tus empleados, sentarás una buena base para el éxito. El peligro radica en los detalles, ya que los objetivos SMART también pueden tener un efecto desmotivador y limitar la creatividad.

La clave está en mostrar mano izquierda y adaptarse bien al contexto a la hora de aplicar los distintos factores SMART: ¿tu equipo requiere unas indicaciones muy estrictas o el objetivo debe contar con cierto margen para fomentar la creatividad de los empleados? ¿Un plazo apretado aumenta la productividad de tus empleados o debes buscar fechas de entrega realistas para evitar un nivel de presión contraproducente? La efectividad de los objetivos depende de estos detalles. Ni la mejor fórmula es aplicable a todos los casos. En este contexto, dependes de tu estimación personal de las circunstancias.

Pero te preocupes si no te acaba de convencer el método SMART: existen alternativas. Infórmate acerca de otros métodos, como el método WOOP, el modelo KRAFT o el método ALPEN. La eficacia de estas alternativas también ha sido probada en numerosas ocasiones y en algunos casos hasta pueden funcionar mejor para despertar la motivación de los empleados.

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