En relación con la Ley de Pareto, suelen cometerse algunos errores típicos. Entre ellos, suele malinterpretarse, por ejemplo, que con el 20 por ciento del tiempo o el trabajo invertido puede obtenerse un 80 por ciento más de beneficio del que se obtendría con el trabajo habitual. De acuerdo con este pensamiento, con un 20 por ciento de esfuerzo se alcanzaría el cien por cien del beneficio. Pero esta interpretación es falsa, puesto que, para obtener ese cien por cien se están sumando dos porcentajes que corresponden a dos aspectos diferentes: trabajo y rendimiento no son la misma cosa y no pueden calcularse juntos. Para generar el cien por cien del rendimiento, el esfuerzo también ha de situarse en un cien por cien. Esta malinterpretación deriva con rapidez en suposiciones demasiado optimistas a propósito del esfuerzo necesario para obtener ciertos objetivos.
Pero incluso entendiendo el principio fundamental correctamente, la conclusión de que el 80 por ciento del rendimiento se obtiene con un 20 por ciento de esfuerzo puede llevar erróneamente a reducir todas las tareas hasta un 20 por ciento, sin tener en cuenta que hay muchas obligaciones que, aun sin contribuir directamente a la consecución de los objetivos, han de realizarse de todas maneras. Entre estas se pueden mencionar, por ejemplo, escribir y responder emails. La correspondencia digital contribuye solo de forma secundaria al éxito de una empresa pero no sería razonable dejar de contestar a los mensajes porque eso tendría efectos muy negativos –del mismo modo que renunciar a la contabilidad, aun cuando por sí misma no genera ningún beneficio. Lo que sí puede hacerse es optimizar estas necesarias pero improductivas tareas limitando el tiempo o el esfuerzo que se les dedica.
El Principio de Pareto tampoco excluye ciertas imprudencias que pueden colarse al subestimar la importancia de una gran parte de las tareas. Pero quien trabaja de forma meticulosa, concentrada y estructurada, puede efectivamente alcanzar el 80 por ciento del rendimiento con un 20 por ciento del trabajo.