Economía de escala

Cualquier emprendedor al que le preguntes te dirá que le gustaría hacer que su negocio fuera más rentable y, claro está, más exitoso. Pero para conseguirlo, es posible adoptar diferentes estrategias. Mientras que algunos optan por ampliar su oferta de productos, haciendo uso de la economía de alcance (del inglés economies of scope, otros prefieren aumentar el output limitando su oferta a un número determinado de productos. Este procedimiento da como resultado, al menos en teoría, una economía de escala; término que procede del inglés “economies of scale”. Eso sí, da igual en qué idioma lo utilices porque ambos hacen referencia a la misma práctica.

¿Qué son las economías de escala?

Definición

Los términos “economía de escala” y “efecto de la economía de escala” describen la relación entre las entradas y las salidas de producción, es decir, entre el input y el output. Si una empresa decide aplicar el efecto de escala, intentará que la ratio sea positiva: al invertir en factores que afectan a la producción (material, horas de trabajo, etc.), el output, es decir, la cantidad de productos fabricados debería aumentar exponencialmente.

Los directores ejecutivos de las empresas industriales intentan alcanzar la mayor rentabilidad posible utilizando el mínimo esfuerzo. Y eso es exactamente en lo que consiste la economía de escala. En la producción de un artículo entran en juego varios factores: además del factor materias primas, es necesario considerar la mano de obra y la maquinaria. Cuando queremos obtener beneficios aplicando la economía de escala, se intenta que el output aumente de forma significativa. Para lograrlo, se recurre a la especialización de un número concreto de procesos de producción, sin que importe demasiado que se produzca un incremento meramente marginal sobre el input.

¿En qué consiste el efecto de la economía de escala?

La economía de escala se basa en la siguiente idea: si se aumenta la producción, el coste de producción de cada artículo individual será comparativamente bajo. La explicación la encontramos, por ejemplo, en el hecho de que los costes serán más bajos al aumentar los márgenes de compra de materias primas, hacer un uso más eficiente de la maquinaria disponible o de la logística. Al mejorar el proceso de producción, los resultados deberían, a su vez, ser mejores. Si dividimos los procesos amplios en acciones pequeñas, sencillas y repetitivas, es posible aumentar la producción. El pasado nos brinda el ejemplo de la línea de montaje que consiguió aumentar el output con una pequeña inversión sobre el input.

No solo se trata de reducir los costes fijos mejorando la utilización de la capacidad. Dentro del contexto de la economía de escala, la expansión de las operaciones es también importante: si se cuenta con más trabajadores, más puestos de trabajo y más maquinaria, el resultado obvio es un aumento del output. Si esta expansión se lleva a cabo hábilmente, lo normal es que la cantidad de artículos producidos aumente o que el coste por artículo disminuya.

3 tipos de economía de escala

En función del éxito de las medidas aplicadas, encontramos tres tipos de economías de escala. La ratio entre el crecimiento del input y el crecimiento del output es siempre un factor decisivo que afecta a esta clasificación. La teoría de la producción, que es una rama de la economía, utiliza el término elasticidad de escala para describir esta relación.

Economía de escala constante

Un efecto de escala constante significa un escenario en el que tanto el input como el output se incrementan de manera pareja. Es decir, la elasticidad de escala es igual a 1 ya que el output aumenta un 1 % cuando el input aumenta un 1 %. En la práctica, es muy raro encontrar este tipo de economía de escala.

Economía de escala negativa

Cuando hay un efecto de escala negativo o una deseconomía de escala (en inglés: “diseconomies of scale”), la elasticidad de escala es inferior a uno: se invierte en el input, pero el output no aumenta todo lo necesario o no aumenta en absoluto. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando existen límites de rendimiento naturales como ocurre en el caso de la agricultura. Aunque se utilicen cada vez más fertilizantes, el suelo siempre acaba llegando a un límite de producción de frutas. Este efecto de escala negativo también puede darse si, por ejemplo, se amplía una granja, pero los costes de organización empresarial se vuelven demasiado altos debido a la burocracia y acaban siendo imposibles de rentabilizar a través del aumento del output.

Economía de escala positiva

Cuando hay un efecto de escala positivo y la elasticidad de escala es superior a uno, el resultado es el deseado por cualquier emprendedor. El output es superior a la inversión realizada en el input. Para alcanzar este efecto, es posible realizar una expansión exitosa de nuestro negocio, o también intentar reducir los costes de producción, llevar a cabo un proceso de estandarización o desarrollar el poder adquisitivo.

Hecho

La reducción de los costes fijos juega un papel importante en la economía de escala. Algunos conceptos como los alquileres o la depreciación son fijos para una empresa. Si la empresa consigue mejores márgenes, esos costes se mantienen constantes, pero, en comparación con el output, habrán disminuido.

Consecuencias del efecto de escala positivo

Una economía de escala positiva, es decir, un incremento exponencial en el output debido a un incremento en el input, suele resultar en la creación de monopolios o, al menos, concentraciones, en las que existen unas pocas empresas que dominan el mercado. La explicación la encontramos en el hecho de que una empresa grande, ya establecida, que cuenta con una economía de escala positiva, puede producir más que, por ejemplo, dos empresas pequeñas. Esta tendencia acaba con una solo o unas pocas empresas dominando todo el mercado.

Economies of Scale, Economies of Scope y Economies of Density

Tanto la economía de alcance (en inglés: economies of scope) como la economía de densidad (en inglés: economies of densitiy) se utilizan con el mismo fin que la economía de escala (en inglés: economies of scale): aumentar el éxito en una empresa. Sin embargo, tanto los medios como las perspectivas que adoptan son diferentes.

La economía de escala se utiliza cuando se incrementa el input y, al mismo tiempo y de forma exponencial, también aumenta el output. Para conseguirlo, hay que combinar una serie de factores como la reducción de los costes fijos y la expansión de las operaciones. La economía de densidad, por otra parte, obtiene efectos positivos exclusivamente a partir de la reducción de costes: los costes unitarios disminuyen porque la concentración de clientes en una zona geográfica concreta aumenta. Al acortarse la ruta de suministro (pensemos, por ejemplo, en las empresas logísticas), los costes bajan.

Por otra parte, en la economía de alcance, al contrario de lo que ocurre con la economía de escala, no se lleva a cabo un aumento de la producción de un único tipo de artículo, sino que el aumento se produce en la cantidad de artículos ofertados. Al ofrecer a los consumidores un abanico más amplio de productos, aumentan las ventas. Lo anterior no implica que haya que desarrollar productos totalmente nuevos. A veces, tiene más sentido realizar modificaciones en los productos ya existentes (para poder utilizar los métodos de producción que ya están en marcha) con el fin de abrirse a nuevos grupos de consumidores sin tener que hacer una gran inversión adicional.

Economía de escala externa

Existe una diferencia entre la economía de escala interna, que es la que hemos descrito hasta ahora, y la economía de escala externa. En la primera estamos refiriéndonos exclusivamente al crecimiento de una única empresa, mientras que en el caso de la economía de escala externa nos referimos a un sector completo, incluso a toda la sociedad. En estos casos los costes de producción se reducen para varios actores del mercado. Las razones pueden ser varias. Aunque, en general, suele ser positivo para un sector, por ejemplo, que las empresas se encuentran ubicadas muy cerca unas de otras. Pensemos en los proveedores, que, de esta manera, pueden ofrecer mejores precios.

Además, se produce un intercambio intenso y, en gran parte informal, de conocimientos. Así es como podemos garantizar que se produzcan innovaciones, lo que supone un avance para todo el sector en su conjunto. Por último, se produce una agrupación de trabajadores cualificados y los empleadores encuentran menos problemas a la hora de encontrarlos. Algunos desarrollos consiguen crear economía de escala que afecta a distintos sectores. Este sería el caso, por ejemplo de la expansión de Internet que ha beneficiado a todos los sectores.

El efecto de escala explicado con ejemplos

Uno de los principales ejemplos de una economía de escala positiva lo encontramos en la introducción de la línea de montaje implementada en las fábricas de Henry Ford. Esta innovación técnica, que supuso una inversión en el input, sirvió para acelerar en gran medida la producción y aumentar el output a la vez que se reducían los costes. En lo que respecta a este ejemplo concreto, el efecto de escala, que al principio fue exclusivamente interno, fue desarrollándose y se convirtió en un efecto externo. Prácticamente todos los sectores se han beneficiado de esa innovación en algún momento.

Si nos situamos más cerca en la línea temporal, podemos ver como un gran número de empresas han desarrollado una economía de escala positiva como resultado de la globalización: al reubicar las fábricas de producción en el extranjero, los costes han podido verse reducidos en un gran número de casos. Esto también es aplicable a la compra de materias primas, que normalmente son más baratas en otros mercados globales.

Los ejemplos que hemos comentado supusieron grandes cambios económicos. Pero, a pequeña escala, también es posible introducir modificaciones que conduzcan a una economía de escala positiva: incluso una inversión en material de oficina (como nuevos sistemas de TI) puede llevarnos a aumentar nuestra productividad y, por lo tanto, nuestro output. Estos cambios nos aportan una ventaja competitiva que puede traducirse en más crecimiento. Como resultado, es posible expandir las operaciones, lo que nos da lugar a introducir una economía de escala aún más eficiente.

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