Antes de contratar los servicios de un prestador externo para realizar una revisión, se debe realizar una auditoría interna. Para esto, se pueden buscar los servicios de terceros competentes (incluyendo organismos de certificación). Sin embargo, la auditoría interna no forma parte explícita del proceso de certificación propiamente dicho. En este primer paso, se deben detectar posibles puntos de fallo de la auditoría externa. Si es necesaria la asistencia de un experto, este también puede proporcionarte consejos para la implementación de la certificación ISO 50001.
Solo después de examinar el propio sistema, se puede contratar a un certificador. Cada empresa puede elegir su propio organismo de certificación. Hay diversas empresas y asociaciones disponibles para este fin. Entre las más conocidas, están las diversas organizaciones regionales de TÜV. En la primera etapa del proceso, el auditor lleva a cabo una verificación de documentos. De este modo, se asegura de que todos los pasos para la implementación de ISO 50001 se han documentado de forma completa y correcta.
Una vez superado este paso, se procede rápidamente al segundo. Sin embargo, si el auditor detecta errores, dependiendo de la gravedad de estos se decide si el proceso continúa y, en su caso, de qué modo. Si se encuentran demasiados errores, el procedimiento de certificación se interrumpe. Sin embargo, si solo se hallan algunas deficiencias, la empresa auditada tiene plazo hasta la segunda parte de la auditoría para subsanarlas.