Entendemos por fecha de lanzamiento al mercado el día en que los clientes pueden comprar el nuevo producto. Lo normal es que pocos consumidores (o incluso ninguno) hayan oído hablar de él, por lo que lo más importante en esta fase es dar a conocer nuestro producto. Para que el lanzamiento sea lo más exitoso posible, la empresa tiene que emplear los recursos adecuados (es decir, presupuesto y personal).
Obviamente, el lanzamiento al mercado es un proceso caro. No solo es necesario invertir mucho dinero en marketing, sino que, durante la fase de lanzamiento, nuestro nuevo producto apenas genera ventas y, en consecuencia, no hay beneficios. Por eso es importante contar con financiación anticipada. Por regla general, el precio de venta se mantiene relativamente bajo durante la fase de introducción para poder así atraer a más clientes al producto.
Es posible determinar con gran precisión cuando se llega al final de esta primera fase mediante el cálculo del
punto de equilibrio
. Si los ingresos por las ventas del producto son superiores a los costes de producción, habremos entrado en la fase de crecimiento. Cuando no se llega a este punto, podemos considerar que el lanzamiento del producto ha fracasado y, en ese momento, el producto (y muchas veces, la empresa) desaparece del mercado.