Fundamentalmente, los sistemas CRM deben dotar de cierta estructura a la creación, al archivo y al tratamiento de los datos de los clientes para facilitarles la asistencia a los mismos y no desperdiciar el tiempo. De este modo, te será posible concentrarte en el desarrollo de estrategias para mejorar la relación con tus clientes. De las herramientas CRM en el segmento superior de precios, en particular, se debe esperar que automaticen los procesos de transacción y de asistencia técnica a partir de los datos recopilados. De esta manera se reduce, por ejemplo, el tiempo de reacción en caso de reclamaciones a través del acceso directo a los datos. Asimismo, algunos programas son capaces de enviar recordatorios y ofertas automáticamente a los clientes.
Un gran ahorro de tiempo no tiene por qué estar relacionado necesariamente con un elevado factor de coste. Es decisiva en este sentido la efectividad con la que se trabaja con el software. Si un programa cuenta con funciones de automatización, pero resulta complicado adquirir los conocimientos necesarios para ello, ya no es tan rentable. Lo mismo se aplica en lo referente a la vinculación de las aplicaciones de CRM con otro tipo de software y para la actualización e implementación correspondientes. Por ello, es fundamental decidirse por una herramienta que sea soportada por los programas que utilizas o cuya implementación no demande mucho esfuerzo.
Asimismo, debes contar con los recursos necesarios para su instalación y mantenimiento (ya sea a nivel temporal, personal o financiero), puesto que de no ser así no se logrará ninguna mejora con programas CRM, independientemente de que se trate de programas de código abierto o propietarios.