Toda empresa comienza con una idea de negocio. En la fase seed o fase semilla, tú, como emprendedor, te dedicarás a cuidarla y precisarla. Para que puedas garantizar la financiación de tu startup, así como su sostenibilidad, es aconsejable la elaboración de un plan de negocios tan pronto como sea posible. Esto te servirá de gran ayuda cuando más tarde debas convencer a los inversores sobre tu concepto de negocio y para que inviertan en su puesta en marcha.
Los análisis de mercado y del público objetivo son indispensables para el desarrollo de un plan de negocios adecuado. Además, puede ser útil dejarse asesorar por personas expertas en el área para que revisen y concreten tu idea.
En la fase seed deberás prestar atención también a la organización de tu equipo de trabajo. En concreto, debes reflexionar sobre la necesidad de buscar un refuerzo para tu equipo y expertos que te ayuden con su experiencia en la puesta en marcha de tu startup. Después de todo, no solo el plan de negocios convence a los inversores, sino también las personas que respaldan una idea y sus conocimientos técnicos sobre el tema. Tus posibilidades de conseguir financiación para tu startup aumentarán si cuentas con un equipo que dispone de las habilidades necesarias para poner en marcha tu idea y que se muestra competente frente a los inversores potenciales.
Establecer contactos en el sector puede contribuir muy positivamente al futuro de tu startup, puesto que puedes beneficiarte de la experiencia de estos contactos en términos de financiación, creación de empresas y resolución de las dudas que vayan surgiendo durante el proceso. Muchos emprendedores, al buscar contactos en el sector, se han encontrado con personas entusiasmadas con su idea de negocio y que han contribuido, ya sea económicamente o con su experiencia, a ponerla en marcha.
También es importante que, desde el principio, te plantees cuánto dinero vas a necesitar para llevar a cabo tu idea. Una financiación planificada con solidez no solo atestigua una gran profesionalidad, sino que demuestra a tus inversores cuál es el porcentaje que han aportado al importe total requerido para la financiación inicial. Ten siempre en cuenta que subvencionar startups que aún no han sido creadas supone un gran riesgo para los inversores. Por este motivo, debes captarlos gracias a tu transparencia y convencerles de que tu proyecto tiene muchas posibilidades de éxito.
La fase seed tiene una duración aproximada de un año. Los fondos necesarios durante este tiempo son, en comparación con los de otras fases de desarrollo, aún manejables. Dependiendo del sector y del producto respectivo, se estima que para la puesta en marcha se requieren entre 50 000 y 500 000 euros. Sin embargo, encontrar fondos durante este periodo es muy difícil, ya que al principio no suelen obtenerse beneficios y, por lo general, pueden ofrecerse pocas garantías a los inversores. Las formas clásicas de financiación de una startup en fase seed son:
- Capital propio: algunos emprendedores pueden recurrir a sus ahorros para la puesta en marcha de su startup. Sin embargo, la financiación completa a través de ahorros propios es una excepción.
- Familia, amigos y entusiastas acaudalados: familiares y amigos también pueden ayudar financieramente para que la startup cuente con más capital propio. Sin embargo, también puede haber personas con éxito en los negocios que, impresionados por el concepto de la empresa, quieran invertir en ella. En este grupo conocido en inglés como “Family, Friends and Fools” (FFF por sus siglas), el término fools se emplea de forma burlona y hace referencia a los inversores que, pasando por alto los puntos débiles de la puesta en marcha o el riesgo de una startup, invierten en ella porque la idea de negocio les atrae o simplemente porque encuentran simpáticos a los fundadores.
- Business angels e incubadoras: los emprendedores tienen la posibilidad de contar con apoyo monetario y asesoramiento gracias a la colaboración de business angels y de incubadoras de startups. Los business angels apoyan a aquellas empresas en las que ven un gran potencial y oportunidades de beneficio a largo plazo actuando como mentores de los fundadores. No solo aportan capital propio, sino que proporcionan conocimientos técnicos y sus contactos a la empresa. A cambio de ello, obtienen acciones de la empresa, convirtiéndose así en copropietarios de la startup. Un enfoque similar tienen las incubadoras con ánimo de lucro.
- Subvenciones y ayudas públicas: los emprendedores también pueden solicitar ayudas públicas para financiar su startup. Muchos de estos fondos provienen de subvenciones estatales para la creación de empresas aunque otros proceden de instituciones del sector privado, como los bancos. Además de los programas clásicos de financiación de una startup, durante la fase seed también puede optarse por participar en concursos de ideas o de planes de negocios.
- Financiación a través de crowd: el crowdfunding, crowdinvesting y crowdlending pueden contribuir a la creación de una base financiera para tu startup. Si te decides por una campaña de este tipo, debes tomarte el tiempo necesario para prepararte profesionalmente. La presentación de tu proyecto en el sitio web debe ser detallada, aunque no demasiado extensa, y debe incluir, preferiblemente, un video en alta calidad.
- Créditos para emprendedores y préstamos participativos: antes de la puesta en marcha oficialde la startup, puedes solicitar un crédito para emprendedores, así como un préstamo participativo.