Implementar una extranet conlleva muchas ventajas para las empresas, entre ellas facilitar el intercambio de datos entre empleados, tanto si trabajan dentro como fuera de la empresa, y personas ajenas. Además, como una extranet permite intercambiar grandes cantidades de datos a una gran velocidad, pueden optimizarse muchos procesos. La reducción del trabajo propio de las aplicaciones ejecutadas de forma manual acostumbra a ir acompañada de un incremento de la productividad y un ahorro de los costes. Informar sobre el estado de un pedido, por ejemplo, ya no debe hacerse necesariamente por correo electrónico de forma individual a cada cliente: este puede acceder a esta información con sus datos de acceso a la extranet y, como ya no es necesario ningún software extra de EDI, se ahorran costes. Como se ejecutan menos procesos de forma manual, también se reducen las posibles fuentes de error.
En cuanto a la actualidad de los datos, el poder editar fácilmente la información de las bases de datos y estar accesibles en la red para los usuarios otorga una gran transparencia al flujo de trabajo, lo que no solo facilita la comunicación, sino que fortalece la confianza en ambas partes.
Si integra las aplicaciones pertinentes, una extranet también puede adquirir el rol de groupware y permitir la cooperación con los socios comerciales. Esto permite acceder a documentación compartida como las libretas de direcciones, el calendario de citas o las listas de tareas. Asimismo, la extranet también ofrece una gran oportunidad para gestionar el conocimiento en común, ofreciendo, por ejemplo, formaciones que pueden resultar interesantes para empleados de varios socios.