Elevator pitch: convencer en pocos minutos

No hay una segunda oportunidad para dar una primera impresión. Un elevator pitch sirve para impresionar, en el menor tiempo posible, a la persona que tienes delante ti sobre ti mismo, tu producto, tu servicio o tu idea para un proyecto.

¿Qué es un elevator pitch?

“¡Cuéntame algo sobre ti!”. Si tienes un elevator pitch preparado, no volverás a responder a esta pregunta tartamudeando. Menos de dos minutos deberían bastar para ser capaz de presentarte a ti mismo o tu idea de manera convincente. El elevator pitch puede entenderse también como una herramienta de promoción de uno mismo. Casi a diario, nos encontramos en situaciones en las que debemos presentarnos de forma rápida y concisa. Ya sea en una entrevista de trabajo, intentando hacer contactos o en una reunión con un directivo en un restaurante: todos queremos causar una buena impresión.

Definición

Un elevator pitch es, por definición, una breve presentación con la que debes convencer a un interlocutor sobre un proyecto o idea de negocio (también se conoce como “elevator speech” o “elevator statement”). Aquí, la idea del “elevator” (en español, ascensor) no tiene que ver con el lugar en el que se desarrolla la presentación, sino con su duración: los pocos segundos o minutos que dura un trayecto promedio en ascensor.

Si el elevator pitch tiene éxito, se salda con el intercambio de los datos de contacto y con una invitación para una entrevista personal. Para que esto ocurra, tienes que conseguir despertar el interés de los posibles empleadores o inversores, de manera que estos quieran conocerte mejor o profundizar en tu idea de negocio. Nuestros ejemplos muestran cómo se puede empezar un buen elevator pitch.

Elevator pitch: ejemplos

  • “Me dedico a crear gráficos para páginas web y marcas. Me apasiona ofrecer mensajes creativos que la gente quiera compartir en las redes sociales. Conmigo podrá conseguir clientes a través de internet a los que antes no podía llegar. ¿Le interesaría conseguir nuevos clientes?”.
  • “Me llamo Sarah y dirijo una empresa de transporte. Como empresa familiar, estamos convencidos de que nuestros clientes aprecian el toque personal. Junto a mi padre, me encargo de contestar al teléfono. Ese contacto personal con el cliente y nuestro servicio de transporte de mercancías sin riesgos es único en los países hispanohablantes”.

En el siguiente vídeo se explica cómo hacerlo y los errores que debemos evitar en todo caso:

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Cómo elaborar un elevator pitch: así se crea una presentación breve

El contenido y la estructura de un elevator pitch se basan en el modelo AIDA, un principio comunicativo fundamental del marketing tradicional. El modelo describe las cuatro fases que atraviesa el cliente hasta llegar a una decisión de compra positiva. El acrónimo en inglés AIDA se compone de los conceptos “awareness” (atención), “interest” (interés), “desire” (deseo) y “action” (acción). Partiendo del modelo AIDA, el elevator pitch sigue el siguiente esquema:

  • Oferta: ¿qué puedes ofrecer a tu interlocutor? ¿Qué habilidades te permiten dominar esa tarea?
  • Interés: ¿cómo puedes conseguir que tu oferta resulte atractiva para posibles clientes o empleadores? ¿En qué está especialmente interesado tu interlocutor?
  • Beneficios: ¿qué te distingue de tus competidores? ¿Qué ventajas aporta trabajar contigo?
  • Motivación: ¿por qué motivo has querido exponer tu oferta específicamente a esa persona? ¿Cuál es tu motivación para una posible colaboración?
  • Llamada a la acción: ¿Qué deseas conseguir de tu interlocutor? ¿En qué te puede ayudar concretamente en este punto?

Estos 10 consejos te permitirán poner en marcha el elevator pitch perfecto:

  1. Cautiva a tu interlocutor: la primera frase sirve para despertar el interés de tu interlocutor. Esto se consigue planteando una pregunta interesante, un argumento convincente o un dato inesperado.
  2. Da prioridad a tu contenido: el límite temporal te obliga a ponderar el contenido. No es necesario describir en detalle cada tema. Se trata de mencionar lo más importante en pocas palabras.
  3. Qué te hace especial: nombra los aspectos concretos que te distinguen de la competencia y cuáles serían las ventajas de colaborar contigo.
  4. No descuides la claridad: ponte en el lugar de tu interlocutor. Tiene que ser capaz de comprender la información en muy poco tiempo. Por lo tanto, evita utilizar jerga especializada o datos complicados. Tampoco hables muy deprisa o puede que resulte difícil entenderte.
  5. No te olvides de tu interlocutor: durante el proceso de elaboración, ten en cuenta el público objetivo al que estás dirigiendo tu elevator pitch, ya que no conseguirás los resultados deseados si el tema no es relevante para tu interlocutor.
  6. Contagia tu entusiasmo: es más importante la manera en que lo transmites que el contenido en sí mismo. Las cifras, los datos o los hechos no suelen inspirar al interlocutor. El lenguaje metafórico te ayudará a crear asociaciones positivas.
  7. Sé tú mismo: tu interlocutor se dará cuenta enseguida de si estás inseguro o te has aprendido el texto de memoria. Dale un toque personal a tu breve presentación. Si eres una persona con sentido del humor, que se note en tu discurso.
  8. Termina con una llamada a la acción: pon fin al discurso con un llamamiento a tu interlocutor. ¿Cómo puede apoyarte para poner en marcha tu idea? ¿Cuál podría ser su próximo paso?
  9. Piensa en tu tarjeta de visita: abre la puerta a la oportunidad de crear futuros contactos. Dale a tu interlocutor tu tarjeta de visita o adelántate y proponle otra reunión.
  10. Practica, practica y practica: aprovecha cualquier oportunidad que se te presente para practicar tu presentación. Cuanto más preparada la tengas, más fácil te resultará defenderla.

¿En qué situaciones puedes aplicar tu elevator pitch?

El elevator pitch se utiliza, sobre todo, en aquellos lugares donde se reúnen posibles inversores o clientes y emprendedores. Sin embargo, podemos conocer personas que nos ayuden a progresar profesionalmente en cualquier lugar. Por lo tanto, hay muchas situaciones en las que tu presentación personal te puede ayudar a ganar puntos. Lo más habitual es que el elevator pitch se utilice en ferias, reuniones para ampliar la red de contactos, entrevistas de trabajo o encuentros casuales con personas destacadas.

  • Ferias: las ferias y los congresos son la plataforma ideal para los desempleados y profesionales autónomos que deseen tejer una red de contactos. Ya seas tú mismo quien se dirige a la empresa o viceversa, tienes que ser capaz de presentar tu oferta de forma concisa.
  • Entrevistas de trabajo: convence a tu posible empleador con una breve presentación adaptada a la empresa. ¿Cuáles de tus cualificaciones profesionales son relevantes para el puesto al que aspiras?
  • Reuniones para ampliar la red de contactos: en ocasiones, las reuniones de asociaciones profesionales o los eventos afterwork permiten trabar conversación con contactos importantes. De nuevo, aquí también es importante que tu presentación personal deje una buena impresión.
  • Encuentros casuales: en una cena con amigos coincides con el director de una empresa para la que te gustaría trabajar. ¡Aprovecha la ocasión y pon en marcha tu presentación!

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene un elevator pitch?

Si con tu elevator pitch consigues despertar el interés de tu interlocutor, las consecuencias pueden ser favorables desde varios puntos de vista. Tu interlocutor puede, por ejemplo, proponerte sugerencias de mejora u ofrecerte su apoyo. ¿Qué otras ventajas y desventajas puede traer consigo el elevator pitch?

Ventajas:

  • Despierta el interés por tu persona, tu producto, tu servicio o tu idea de negocio.
  • Te obliga a trabajar en los beneficios para tu público objetivo. Esto facilita, por ejemplo, la creación de un plan de negocios en el que tengas que desarrollar por escrito tu idea y explicar cómo aplicarla.
  • Aprendes a transmitir tu mensaje rápidamente.

Inconvenientes:

  • En su intento de despertar el interés, muchos tienden a exagerar. Si al final el interlocutor se informa sobre el tema o la persona, en ocasiones puede llevarse una decepción.
  • El elevator pitch no sirve para comunicar un tema que requiera una reflexión profunda. El contenido debe ser comprensible y sencillo, ya que su duración breve no permite muchos razonamientos por parte del interlocutor.
  • Este tipo de presentación breve no es adecuada en conversaciones que requieran diálogo (p. ej., en reuniones de crisis).
En resumen

Si has trabajado bien en tu elevator pitch y tienes la suficiente confianza en ti mismo, descubrirás que se trata de un medio muy efectivo para crear nuevas relaciones empresariales.

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