El contenido y la estructura de un elevator pitch se basan en el modelo AIDA, un principio comunicativo fundamental del marketing tradicional. El modelo describe las cuatro fases que atraviesa el cliente hasta llegar a una decisión de compra positiva. El acrónimo en inglés AIDA se compone de los conceptos “awareness” (atención), “interest” (interés), “desire” (deseo) y “action” (acción). Partiendo del modelo AIDA, el elevator pitch sigue el siguiente esquema:
- Oferta: ¿qué puedes ofrecer a tu interlocutor? ¿Qué habilidades te permiten dominar esa tarea?
- Interés: ¿cómo puedes conseguir que tu oferta resulte atractiva para posibles clientes o empleadores? ¿En qué está especialmente interesado tu interlocutor?
- Beneficios: ¿qué te distingue de tus competidores? ¿Qué ventajas aporta trabajar contigo?
- Motivación: ¿por qué motivo has querido exponer tu oferta específicamente a esa persona? ¿Cuál es tu motivación para una posible colaboración?
- Llamada a la acción: ¿Qué deseas conseguir de tu interlocutor? ¿En qué te puede ayudar concretamente en este punto?
Estos 10 consejos te permitirán poner en marcha el elevator pitch perfecto:
- Cautiva a tu interlocutor: la primera frase sirve para despertar el interés de tu interlocutor. Esto se consigue planteando una pregunta interesante, un argumento convincente o un dato inesperado.
- Da prioridad a tu contenido: el límite temporal te obliga a ponderar el contenido. No es necesario describir en detalle cada tema. Se trata de mencionar lo más importante en pocas palabras.
- Qué te hace especial: nombra los aspectos concretos que te distinguen de la competencia y cuáles serían las ventajas de colaborar contigo.
- No descuides la claridad: ponte en el lugar de tu interlocutor. Tiene que ser capaz de comprender la información en muy poco tiempo. Por lo tanto, evita utilizar jerga especializada o datos complicados. Tampoco hables muy deprisa o puede que resulte difícil entenderte.
- No te olvides de tu interlocutor: durante el proceso de elaboración, ten en cuenta el público objetivo al que estás dirigiendo tuelevator pitch, ya que no conseguirás los resultados deseados si el tema no es relevante para tu interlocutor.
- Contagia tu entusiasmo: es más importante la manera en que lo transmites que el contenido en sí mismo. Las cifras, los datos o los hechos no suelen inspirar al interlocutor. El lenguaje metafórico te ayudará a crear asociaciones positivas.
- Sé tú mismo: tu interlocutor se dará cuenta enseguida de si estás inseguro o te has aprendido el texto de memoria. Dale un toque personal a tu breve presentación. Si eres una persona con sentido del humor, que se note en tu discurso.
- Termina con una llamada a la acción: pon fin al discurso con un llamamiento a tu interlocutor. ¿Cómo puede apoyarte para poner en marcha tu idea? ¿Cuál podría ser su próximo paso?
- Piensa en tu tarjeta de visita: abre la puerta a la oportunidad de crear futuros contactos. Dale a tu interlocutor tu tarjeta de visita o adelántate y proponle otra reunión.
- Practica, practica y practica: aprovecha cualquier oportunidad que se te presente para practicar tu presentación. Cuanto más preparada la tengas, más fácil te resultará defenderla.